El alero del Real Betis Energía Plus Sául Blanco ha vuelto a pisar una cancha después de un calvario de 643 días, tras una grave lesión de rodilla que lo ha mantenido casi dos años alejado de los parqués en innumerables "horas de trabajo y sufrimiento" para volver a sentirse "nuevamente profesional".El exterior bético, de 32 años, jugó ayer en el Pabellón de San Pablo ocho minutos y medio y anotó dos puntos frente al Valencia Basket, el mismo equipo al que se midió el 27 de diciembre de 2015 con el Iberostar Tenerife antes de pasar su particular calvario con la lesión de rodilla.
La operación en su articulación derecha, hace ahora 491 días, ha quedado en el olvido para un jugador que quiere volver al máximo nivel y que, según dijo en declaraciones difundidas por el club, se sintió "muy bien en la pista" porque su pierna "está respondiendo bien y ahora queda seguir trabajando para ayudar al equipo".
"Me siento muy feliz porque llevaba mucho tiempo esperando este día. Han sido muchas horas de trabajo y de sufrimiento para sentirme otra vez profesional y ahora que lo he logrado es una satisfacción tremenda", declaró el exterior bético.