El Monbus Obradoiro visita mañana al Barcelona Lassa con la intención de aprovechar el cansancio físico que puede arrastrar el conjunto azulgrana después de su prometedor estreno de anoche en la Euroliga ante el Panathinaikos.El equipo santiagués, fiel a su estilo, intentará plantear un partido de mucho ritmo y exigencia física para doblegar a un rival al que ya se midió en la pretemporada en el Memorial Quino Salvo, en un partido en el que sufrió para frenar a los jugadores exteriores del Barça, letales desde el perímetro.
"Tenemos que ser muy duros en el rebote para que en las acciones en las que ellos no anoten podamos desarrollar nuestro juego. No podemos darles segundas opciones", advirtió el preparador gallego, Moncho Fernández, que tiene a toda la plantilla disponible tras la recuperación de Jordan Bachynski.
El partido, que se jugará en el Palau Blaugrana a partir de las 19 horas, promete un bonito duelo en la pintura entre el francés Kévin Séraphin y el ucraniano Artem Pustovyi, sin olvidarse del juego exterior de dos equipos que se caracterizan por su intensidad defensiva.
"Como pierdas balones y no tengas dureza te penaliza en dos segundos. Están provocando casi veinte pérdidas al rival por partido. Recuperan más de diez balones por partido, lo que se transforma inevitablemente en veinte puntos en el otro lado", indicó Fernández.