El 2017 será recordado en el Joventut de Badalona por el adiós de Jordi Villacampa tras 18 años en la presidencia y la llegada de Juanan Morales para coger las riendas de una entidad que aseguró su viabilidad económica tras muchos años conviviendo con la amenaza de su desapariciónVillacampa oficializó el traspaso de poderes a Morales el 25 de abril en una junta de accionistas en la que el mítico 8 de la Penya hizo autocrítica de su gestión y ensalzó la labor del club en la forja de jugadores para nutrir al primer equipo verdinegro y al resto de clubes de la Liga Endesa.
Un mes antes, Villacampa consiguió cerrar diferentes pactos con Hacienda y entidades financieras, así como con el Ayuntamiento de Badalona para encauzar una deuda que llegó a ser de 15 millones de euros, para dejarla al final de su último ejercicio en 7,7 millones a pagar en 10 años.
En diciembre, club y ayuntamiento estrecharon sus lazos con un acuerdo de patrocinio por cuatro años a 800.000 euros anuales que dará más visibilidad a Badalona en la equipación verdinegra y en el Palau Olímpic y permitirá al club mantener su patrimonio al seguir con la propiedad de la zona deportiva Mas Ram.
Juanan Morales inició en abril su mandato con el objetivo, en lo económico, de estabilizar un presupuesto de cinco millones anuales, uno más que la actualidad, vía nuevos ingresos, mientras que en lo deportivo, la idea seguía siendo apostar por el actual modelo, basado en fichar jugadores que no tenga en su propia cantera.
En lo estrictamente deportivo, el técnico Diego Ocampo completó su primera temporada en el banquillo verdinegro cumpliendo el objetivo de mantener la permanencia en la ACB. El equipo lo consiguió sin muchos apuros para acabar el campeonato en la decimocuarta posición, con 11 victorias y 21 derrotas.
Un aspecto que evidenció la recuperación de cierto músculo económico en el club de Badalona fue que la secretaria técnica consiguió la renovación para la temporada 2017-2018 de su jugador franquicia de la campaña anterior, el jamaicano Jerome Jordan, así como otros jugadores con proyección, como Tomasz Gielo.
Perdió, eso sí, a la última figura surgida de su cantera, el alero Alberto Abalde, que se fue al Valencia Basket. Su relevo ha sido otro canterano de gran proyección, Xabi López-Arostegui, mientras que el base Nenad Dimitirjevic sigue creciendo en el primer equipo. El pívot Joel Parra será el próximo en llegar.
El 2017 también significó la vuelta del club a las competiciones europeas después de ocho temporadas sin jugar en Europa. Lo hizo, de forma testimonial, en la Champions League de la FIBA, quedando sorprendentemente eliminado por el Kataja finlandés en la segunda eliminatoria de la fase previa.
La permanencia en la máxima categoría sigue siendo el objetivo prioritario de la Penya para la presente temporada, aunque intentará asegurarla con mucha más antelación que la pasada campaña y luchar por mejorar esa decimocuarta posición.