El Unicaja realizó uno de sus mejores partidos de la temporada, pero terminó sucumbiendo en los instantes finales ante el Real Madrid en un partido que se decidió por detalles, también arbitrales, y que tuvo en Campazzo al protagonista del encuentro (89-84). Los malagueños abandonan la Copa del Rey con la cabeza bien alta pero conscientes de que podía haber sido una gran oportunidad para soñar con el título.
Fueron dos las jugadas decisivas en las que se puede quejar el Unicaja para no poder competir hasta la última posesión. Primero, una falta clamorosa en el rebote de Tavares a Suárez que acabó con rebote de Rudy Fernández y dos tiros libres. Posteriormente, cuando el conjunto malagueño podía empatar, los colegiados no pitaron una clara falta de Campazzo a Nedovic en la penetración, con posterior robo de balón blanco.
El torneo en el que brillan todos los focos del mundo comenzó con sorpresa del Tenerife ante el Valencia y, como plato fuerte, con el duelo entre el Real Madrid y el Unicaja. Ambos equipos se veían las caras menos de un mes después de la victoria cajista en Málaga y ambos soñaban con pisar de nuevo las semifinales.
El Unicaja sabía que la victoria pasaba por la defensa y por ello colocó a Dani Díez de inicio. Sin embargo, era Causeur el que aprovechaba la mayor movilidad para crear espacios. Pronto cambió Laso su planteamiento inicial dando entrada a un Tavares que condiciona todo partido que juega. El caboverdiano se hizo grande en la Copa de Málaga en 2014 con el Gran Canaria y cada vez es más importante para el Real Madrid.
El conjunto malagueño no se arrugaba ante tal envite y, apoyados en un gran McCallum, igualaba las diferencias físicas entre uno y otro equipo. Plaza quitó precisamente al americano cuando mejor estaba jugando, dando refresco al juego exterior. Ahí apareció Salin con dos triples consecutivos. El Unicaja apretaba en defensa, especialmente con Alberto Díaz, pero le faltaba a los malagueños un paso más atrás para cerrar unos espacios que encontró Doncic en la última jugada del primer cuarto para encontrar a Causeur (26-23).
En un partido contra el Real Madrid, más a cara o cruz y en la Copa del Rey, el rival no puede descansar ni un segundo. El Unicaja zozobró en algunos momentos y el cuadro blanco amenazó con romper (31-23). Ahí apareció la mejor versión de los de Plaza, la que muerde atrás y mueve el balón en campo ofensivo. Entraron los triples y encadenó un parcial de 3-20.
Fueron los mejores minutos del Unicaja en la temporada, en el escenario ideal y contra el rival propicio. El Unicaja, con trabajo, esfuerzo y acierto, se puso con un 34-43 que ni los más ilusos se creerían. Ahí aparecieron dos claves: Campazzo, que revolucionó el partido con sus penetraciones, y el trío arbitral, que permitió al final del segundo cuarto contactos en un aro y en otro no.
Fue finalmente el Real Madrid, con un parcial de 10-0, el que se marchó con ventaja al final de la primera parte en un encuentro tremendamente igualado y que tiene en ambos conjuntos a dos de los equipos en mejor forma de España (46-45). Cada equipo se quería llevar el partido a su terreno en el que sería un final de infarto.
Plaza sorprendió cambiando de inicio a Alberto por McCallum para intentar frenar a Campazzo, pero el argentino le tenía tomada la medida al malagueño, que sufría en cada defensa. Aun así, el tremendo acierto de fuera propiciaba que los malagueños se mantuvieran por delante en el partido. Gran trabajo del Unicaja, que hacía sufrir al tetracampeón consecutivo de la Copa del Rey.
La intensidad se palpaba a cada jugada que pasaba. Los dos equipos competían mejor sin sus teóricos líderes (Doncic y Nedovic) y eran los secundarios los que soportaban el peso ofensivo de sus conjuntos (Campazzo y Thompkins por un lado, Waczynski y Suárez por el otro). El choque, bonito para el espectador neutro, entraba en los minutos decisivos con una igualdad que pocos esperaban y con McCallum intentando dominar desde el contraataque.
Los malagueños tuvieron en la mano poder irse en el último cuarto (70-77 y posesión), pero un par de pérdidas absurdas y un ataque que entró en barrena volvieron a poner el marcador a favor de los locales (86-81) a falta de un minuto para el final. Nedovic dio aire con un triple a falta de 51 segundos. Ahí, en el ataque siguiente, se produjeron las dos acciones decisivas que cayeron a favor del Real Madrid. Ahí hinco la rodilla el Unicaja, incrédulo ante las faltas no pitadas.
Ficha técnica
89 Real Madrid (26-20-16-25): Campazzo (18), Doncic (11), Causeur (12), Taylor (3), Thompkins (14) – quinteto inicial- Randolph (7), Fernández (11), Carroll (3), Tavares (8), Reyes (2).
84 Unicaja Baloncesto (23-22-21-18): McCallum (10), Nedovic (11), Díez (4), Brooks (8), Augustine (2) – quinteto inicial –Díaz (3), Salin (9), Shermadini (5), Waczynski (15), Suárez (17).
Árbitros: Martín Bertrán, Peruga, Castillo.
Incidencias: Partido correspondiente al segundo cuarto de final de la Copa del Rey disputado en el Gran Canaria Arena ante 9.327 espectadores.