El entrenador del Betis Energía Plus, Javi Carrasco, ha admitido que "no es plato de buen gusto" dirigir mañana el último encuentro de liga de su equipo, descendido y colista, frente al Iberostar Tenerife, aunque ha "entrenado lo mejor posible y preparado el partido con la máxima seriedad".A Carrasco le hubiese gustado "no vivir una situación así" pero ha valorado en rueda de prensa que, durante los diez días de parón motivado por el adelantamiento de su duelo ante el Real Madrid, "todos los jugadores han trabajado para recuperarse" y se ha vivido "un día a día igual que siempre", encaminado "para estar a punto".
El técnico sevillano ha insistido en que trata de "predicar con el ejemplo", de modo que ha pedido "profesionalidad" a la plantilla, para lo cual, "lo primero es ser profesional uno mismo, prepararlo todo al máximo" para "salir a la cancha y darlo todo de verdad" y en el "caso de que alguien esté desconectado, que lo diga".
Javi Carrasco ha informado de que el base Josep Franch está "descartado por un esguince de tobillo" y es la única baja de la "plantilla de trece jugadores" que maneja, por lo que alineará a los otros doce y "no podrá entrar (Leo) Cizmic", el alero croata formado en el club sevillano que acaba de regresar de una cesión.
El preparador bético destacó que los canarios disputarán mañana "un partido importante en el que se juegan el playoff" y alabó su condición de "equipo físico, con una plantilla larga y jugadores de impacto como Ponitka o Tobey", lo que convierte al encuentro en un "reto difícil.
Carrasco admitió que se le "viene a la cabeza conjeturas de cómo sería la situación" del Betis Energía Plus si tal pelota hubiera entrado o esa falta la hubiesen pitado", pero recordó que "en una competición de 34 jornadas, la balanza se iguala", aunque tiene claro que "en algunos momentos, faltó agresividad e intensidad".