El jugador de baloncesto Asier de la Iglesia, enfermo de esclerosis múltiple y con un 40 por ciento de discapacidad reconocida, ha asegurado que, ante un problema irresoluble como el que supone su enfermedad, no hay que refugiarse a esperar que "pase la tormenta", porque eso no va a ocurrir nunca, sino que hay que "aprender a bailar bajo la lluvia".
De la Iglesia, que hoy relatará en una charla en Pamplona su "método" para convivir con la enfermedad, es un pívot de 1,98 metros de altura que llegó a debutar en la ACB y que en la actualidad milita en el Ordizia, de la Liga EBA.
El jugador vasco, nacido en Zumárraga (Guipúzcoa) en 1983, ha relatado a Efe cómo, con 29 años, "estaba una tarde viendo la televisión y, cuando fui a cambiar de cadena, noté el dedo gordo de la mano derecha dormido, pero no le di mucha importancia".
En una semana, había perdido la sensibilidad en ambas manos y en los pies. Una resonancia magnética confirmó las lesiones neuronales y el diagnóstico de esclerosis múltiple.
De la Iglesia no se vino abajo en ese momento tan duro: "Cuando te dicen que tienes una enfermedad neurológica, degenerativa y que no tiene cura, a cualquiera le da un infarto, pero yo lo asumí muy bien y lo llevo con mucha naturalidad".
El jugador ha reconocido que su experiencia en el deporte de élite le ayudó en ese momento y le sigue ayudando ahora: "Los valores que te enseña el deporte de equipo son muy importantes. Con esclerosis múltiple tienes que tomar la medicación y cuidarte física y mentalmente, y la predisposición de entrenar y esforzarte viene muy bien para afrontar la enfermedad".
Asimismo, ha lamentado la percepción errónea que se tiene de esta enfermedad, ya que "la mayoría de la gente, al oír esclerosis múltiple, piensa en un bastón, en una silla de ruedas, en alguien que está muy mal y con falta de movilidad, pero no es cierto eso".
Incluso, ha apuntado, se piensa en el físico Stephen Hawking, que no sufría esclerosis múltiple, sino esclerosis lateral, una enfermedad más grave, que afecta también a órganos vitales y que no tiene tratamiento.
El deportista vasco ha aseverado que no hay por qué derrumbarse por un diagnóstico de esta enfermedad: "El 80 % de la gente que le diagnostican esclerosis múltiple tiene depresión y estrés los dos primeros años, pero luego a los cinco o seis años la mayoría de esa gente se arrepiente, porque luego la enfermedad no ha avanzado lo que ellos pensaban, porque tampoco sabían lo que era".
"Se vienen abajo, les da miedo informarse y viven en un mundo que es una mierda, pero luego se dan cuenta de que, si te cuidas, puedes llevar una vida cotidiana, una vida normal", ha señalado.
De la Iglesia ha resaltado que ha aprendido a valorar las pequeñas cosas del día a día: "Cuando la gente se despierta por la mañana, abre los ojos y entiende que es normal ver, ponerse de pie para hacer café. Con esclerosis múltiple hay días que te levantas y no te responden las piernas o no ves de un ojo. Nosotros sabemos que habrá un día en que eso vamos a perderlo".
Por este motivo, De la Iglesia lleva muchos años diciendo: ""No esperes a que pase la tormenta, aprende a bailar bajo la lluvia".
"Hay muchos problemas que tienes en la vida, en el día a día. Puedes estar debajo del paraguas esperando a que pasen esos problemas, esa tormenta, pero algún día tienes que cerrar el paraguas y bailar bajo la lluvia, porque hay problemas que no se van a ir nunca", ha afirmado.