Dura derrota la que sufrió el Unicaja ante el Alba Berlín este miércoles. Por el hecho de caer eliminados de la Eurocup, por haber dilapidado una ventaja en los últimos minutos y porque, vistos los resultados, la Euroliga se complica. Si Valencia o Andorra ganan la Eurocup, no habrá sitio para los malagueños en la máxima competición europea aunque ganase la Liga Endesa. En días así, hay jugadores que quedan en el punto de mira. En esta ocasión, la línea exterior no sale bien parada de este partido.
Es cierto que el Unicaja sufre dos bajas muy importantes por fuera, ya que Alberto Díaz es un jugador que ofrece un perfil de base diferente a lo que son Roberts y Boatright y quizás más adecuado para eliminatorias de esta dureza. Para muestra, el malagueño fue MVP de la final de la Eurocup en 2017. Alberto no se arruga, se faja en defensa y mete intensidad en pista. Por otro lado, la ausencia de Jaime Fernández es una puñalada costal para el equipo, es su principal líder, asumiendo la anotación y muchas jugadas en ataque.
Pero eso no disculpa la desaparición de sus compañeros de la línea exterior en un partido tan importante. En el día donde el Unicaja se juega la temporada no se pueden quedar dos jugadores como Milosavljevic o Waczynski sin anotar (el polaco incluso sin tirar, jugando únicamente 6:40 minutos). También habría de meter en este grupo a Kyle Wiltjer. El canadiense, en ese juego de ‘4’ abierto, apenas aportó lanzamientos desde fuera (0/2 en triples).
Durante el encuentro el Unicaja supo encontrar bien a sus pívots y tanto Shermadini como Lessort anotaron con unos porcentajes altísimos (sólo un fallo en tiro del francés). Pero al colocar Aíto a su equipo en zona 2-3 y no haber líneas de conexión con los interiores el conjunto malagueño se cortocircuitó, ya que nadie en la línea exterior asumió la bola, anotando sólo dos puntos en los últimos siete minutos de partido.
También tiene la línea exterior su parte de culpa en el rebote. Las capturas no son sólo cosa de los hombres grandes. Máxime en un partido donde hubo prácticamente el mismo número de tiros de dos (64) que de tres (60). Normalmente el rechace tras un triple suele ser un rebote en largo, lejos del alcance de los pívots. Cero rebotes de Waczynski, Salin y Boatright, uno Milosavljevic y dos Roberts. Tres entre cinco jugadores. Así es muy difícil.