El exentrenador y actual presidente del CB Islas Canarias, Domingo Díaz, ha asegurado a Efe que su equipo "tocó el cielo" hace 20 años al ganar la Copa Liliana Ronchetti al Ramat Hasharon de Israel, en un abarrotado Centro Insular de Deportes.
Díaz ha recordado que todas las eliminatorias fueron "muy complicadas", aunque su conjunto, formado por jugadoras de la cantera más las pívots norteamericanas Jessie Hikcs y Tarshia Bronner, "se fue endureciendo" según avanzaba la competición.
"Una ronda especialmente difícil fue la de dieciseisavos de final ante el Parma italiano, ante el que perdimos por 9 puntos allá y vencimos por 12 en La Paterna. Salimos muy reforzados, y solo una semana después ganamos la Copa de la Reina en Valencia", ha señalado.
El dirigente ha manifestado que también sufrieron bastante en cuartos frente al Sopron de Hungría.
"Perdimos ampliamente en su casa, pero luego en La Paterna remontamos la eliminatoria gracias a una gran segunda parte, en la que metimos del orden de diez de doce triples. Las chicas estaban como poseídas", ha afirmado.
Ya en semifinales, el conjunto grancanario se impuso de 22 puntos en el Centro Insular al Priolo italiano.
"Aquí se produjo el primer lleno histórico, quedándose fuera de la cancha unos 3.000 aficionados. La vuelta fue un infierno y acabamos perdiendo de 14, pero conseguimos clasificarnos para la final", ha indicado.
Aquella histórica final tuvo como adversario al Ramat Hasharon, al que se visitó en la ida en Israel.
"Siempre planteábamos las eliminatorias como si fuese un partido de 80 minutos. Viajamos en un vuelo chárter con algunos aficionados, y nos trajimos una desventaja de 8 puntos, tras una última canasta de tres muy celebrada de Lourdes Pélaez desde el medio campo", ha comentado.
Díaz ha rememorado la tensión vivida por sus jugadoras en la cancha israelí.
"Jessie Hicks sufrió un golpe en el cuello_ al impactarle una pelota de tenis. Yo se lo dije al árbitro croata, que me ofreció parar el partido, pero me aconsejó que no lo hiciese porque mi equipo estaba jugando muy bien, y yo le hice caso y me guardé la pelotita", ha afirmado.
La vuelta se disputó el Jueves Santo de 1999 en el Centro Insular de Deportes, que de nuevo resultó insuficiente para acoger a todos los aficionados que querían ver el partido.
"El día anterior, la entrenadora de ellas intentó esconderse en nuestro pabellón en una de las cabinas de los medios informativos para espiar nuestro entrenamiento, y tuvimos que amenazarla con llamar a la Policía para que se marchase. Fue completamente surrealista", ha dicho.
Domingo Díaz palpó la gran presión que sufrían sus chicas en las horas previas a aquel decisivo encuentro.
"Un punto de inflexión fue que mi gran amigo Trona (Felipe del Rosario, exfutbolista de la UD y representante relojero) había prometido regalarles a mis jugadoras un reloj. Yo aproveché el incidente con la entrenadora del Hasharon para decírselo a las chicas el día previo a la final, y eso rebajó su nivel de ansiedad", ha comentado.
Veinte años después, el presidente del CB Islas Canarias ha asegurado que sigue sintiéndose orgulloso de aquellas jugadoras, que serán homenajeadas por la entidad isleña el próximo lunes.
"Este homenaje, como todo en este club, es una idea de Begoña Santana (esposa de Domingo y directora técnica), y esperamos ver a todas las jugadoras de aquel histórico equipo en ese acto".