El Valencia Basket, tras conquistar el título de la Eurocopa, recibirá este sábado al Iberostar Tenerife en la Liga ACB, una competición que afrontará a partir de ahora sin la presión de tener que clasificarse para la Euroliga, al haber asegurado su presencia gracias al título continental.
Los prolegómenos del encuentro servirán también para que el club ofrezca por penúltima vez el trofeo a los suyos, ya que el próximo miércoles, en el choque ante el Unicaja, izará al techo del pabellón el estandarte que recoge este séptimo título de su historia.
Así pues, el primer paso que deberá dar el equipo de Jaume Ponsarnau será dejar atrás las celebraciones por este éxito y volver a centrarse en la ACB, en la que ahora tiene por delante dos partidos en casa ante rivales directos y en la que quedan siete para el final de la fase regular.
El equipo valenciano es quinto con dieciséis triunfos, los mismos que el Unicaja que es cuarto y uno más que el Divina Seguros Joventut y el Baxi Manresa.
El encuentro supondrá reencontrarse con el Tenerife, que en la primera vuelta le endosó una dolorosa derrota que puso en cuestión el proyecto del club valenciano.
También supondrá el primer regreso a la Fonteta de Txus Vidorreta, que la pasada campaña dirigió al equipo, que no recibió una oferta de renovación y que criticó tras marcharse algunos aspectos de la organización del club.
En el tercer partido de la final de la Eurocopa ante el Alba Berlín, Ponsarnau sorprendió al descartar al capitán Rafa Martínez y habrá que ver qué papel le da a partir de ahora a un jugador que lleva once campañas en el club y con el que apenas ha contado en los últimos meses.
Para este encuentro, el técnico catalán no podrá contar con Guillem Vives, que forzó para estar en ese encuentro decisivo tras su lesión muscular de hace unos días, pero al que prefieren dar descanso.