La selección española masculina sub-18 de baloncesto logró este domingo su cuarto título de campeona de Europa de la categoría al ganar en la final con mucho sufrimiento a la de Turquía por 57-53.
Santiago Aldama, con 23 puntos y 21 de valoración, fue el mejor del equipo de Javier Zamora en Volos (Grecia). Usman Garuba contribuyó a la victoria con 11 tantos, 14 rebotes y 17 créditos de eficacia.
España no estuvo a su nivel de días precedentes, pero supo reaccionar en el último cuarto, para hacerse con la medalla de oro. Para el equipo español fue un gran torneo, en el que se sumaron por victorias todos sus enfrentamientos, hasta siete, incluido a la complicada Grecia, anfitriona del torneo, en semifinales, aunque en la final al equipo español le costó entrar en juego.
Pero se llegó a tiempo, porque lo mejor fue el último cuarto, donde se remontó para sumar el cuarto título del baloncesto masculino en categoría sub-18. El último, el conquistado en Cracovia (Polonia) en 2011.
No fue un buen inicio para los de Javi Zamora. En ataque no se acertaba ante la presión turca, con cinco pérdidas, y en defensa, Turquía aprovechaba las contras rápidas y el acierto de Mustapha Kurtuldum, seis puntos en el primer cuarto. Tan sólo los triples, dos de dos intentos, algo que luego se tornaría muy en contra, evitaron que los turcos se fueran en el marcador, 7-13, a falta de 2.15 para el final del periodo.
Lo menos malo fue el resultado, tan sólo tres abajo (13-16), después de los nervios y el desacierto inicial. El problema llegó cuando tampoco se inició bien el segundo. La presión en defensa no surtió efectos, se fueron de ocho (15-23), tras dos minutos. En ataque poco funcionaba, aunque tampoco el equipo otomano se marchaba en el marcador.
Fueron minutos en los que ni uno ni otro supieron mostrar todo el juego que poseen. Los nervios convirtieron el partido en un corre calles, con errores repartidos, tanto en el pase como en el rebote y en el tiro, aunque siempre con Turquía liderando el marcador, hasta el 23-31 del descanso.
Javi Zamora debió leer en el vestuario las estadísticas a sus jugadores, en especial, el 23,5% de acierto en el tiro (8 de 34), con los 2 triples de inició de un total de 15 intentos.
Pero la charla tampoco sirvió de mucho, porque España volvió a tener otro inicio desesperante. Un 0-5 inicial puso a la selección turca con 23-36, tras 2.30 jugados del tercer cuarto. Todos los pecados de la primera parte tenían continuidad en la segunda, con la única diferencia de que Turquía empezó a creérselo.
Los líderes del equipo español -Aldama y Garuba- no terminaban de funcionar, y tampoco ninguno otro jugador dio un paso adelante. Quien sí que lo intentó fue el seleccionador, Javi Zamora, que mandó al banquillo a un irregular Garuba y puso defensa en zona. Se bajo a cuatro (34-38) a falta del cuatro para acabar el tercer periodo.
Volvió Garuba a la pista y Aldama -11 puntos en el cuarto- se entonó. España recuperó desde la defensa, se puso a uno (42-43), a falta del último cuarto. Entonces fue cuestión de empezar bien un periodo, el cuarto, el decisivo, y lo empezó Aldama con un triple, que puso por delante a España (45-43). La tensión fue en aumento, no había quien metiera una canasta, 52-50, a falta de dos para el final.
Esos dos últimos minutos los supo jugar mejor España, que se colocó con cinco arriba (55-50) a falta de 39 segundos. Un triple de Kurtuldum, acabó con 19 puntos, metió a los turcos en el partido, pero Oier Ardanza, con cuatro puntos, en los últimos segundos, permitió hacerse a su equipo con el título.
España une este título a los logrados en 1998, 2004 y 2011.