Fernando Gimeno
Lima, 5 ago .- El baloncesto argentino se quitó este domingo un gran peso de encima al colgarse su selección masculina la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, un éxito ilusionante a escasas semanas de jugar el Mundial por la claridad y superioridad que mostró en los momentos mas determinantes.
Argentina estaba sedienta de títulos. No ganaba un título desde el campeonato FIBA Américas de 2011 y el oro olímpico de Atenas 2004 quedaba ya lejos, y más aún el oro panamericano de 1995, el único que hasta el domingo había conseguido Argentina en baloncesto.
"Se hizo esperar demasiado. Es significativo que no hayamos salido campeones antes", dijo tras el partido Luis Scola. El pívot de 39 años es el eslabón entre la "generación dorada" y esta nueva camada que busca volver a poner a Argentina en lo más alto del baloncesto mundial.
"Obviamente la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de 2004 es más importante, pero a esta le doy un valor porque era la oportunidad de salir campeón de América", agregó Scola, de 39 años, que llegó a estos Juegos sin equipo, a la espera de lograr una clasificación para Tokio 2020 y a seguir su carrera un año más.
El exjugador de Baskonia, Houston Rockets, Indiana Pacers, Toronto Raptors y Brooklyn Nets lució en los Panamericanos un estado de forma envidiable para su edad y fue una de las estrellas del torneo, máximo anotador de la final con 28 puntos.
"Vinimos aquí a ganarlo, más allá de que sea una preparación. Antes de esta, Argentina tenía solo una medalla de oro panamericano. No nos sobran", recordó Scola.
Junto al pívot otra parte fundamental de este equipo dirigido por Daniel Hernández es el trío de jugadores del Real Madrid que forman los bases Facundo Campazzo y Nicolás Laprovittola y el alero Gabriel Deck.
También están los jugadores del Baskonia Luca Vildoza y Patricio Garino, el alero del Zaragoza Nicolás Brussino, el escolta del Breogán Lucio Redivo y el pívot del Joventut de Badalona Marcos Delia.
"Los títulos se festejan, sea cual sea. Desde el primer día le dimos una importancia absoluta a este torneo. Conseguir el oro era muy importante para nosotros. Este grupo busca escribir su propia historia, y este es un paso grandísimo", afirmó Campazzo.
Sin embargo, no fue un camino de rosas, pues a pesar de comenzar a lo grande con un triunfo mayúsculo sobre Uruguay (102-65), luego tuvo "dos partidos muy malos", según Campazzo, donde sufrió más de la cuenta para ganar a la República Dominicana (97-102) y perdió contra México (72-64), lo que no le impidió pasar a semifinales.
"Vimos que había que jugar mejor porque así no nos iba a alcanzar y pudimos sacar la mejor cara de la selección. Nos sentimos mucho más cómodos con ese juego. Encontramos ese equilibrio de ser agresivos, correr rápido y jugar tranquilos", explicó Campazzo.
"Hay que tomar todo como una lección, en lo bueno y lo malo. Creo que el objetivo se cumplió y el momento clave fue que nos reinventamos durante el torneo", agregó.
Esa reinvención alcanzó su punto máximo en las semifinales a Estados Unidos, donde los argentinos apalizaron al equipo norteamericano, compuesto por universitarios de la conferencia Big East, a los que aplastaron por 114-75.
Con la inercia de esa contundente victoria se dio el triunfo en la final sobre Puerto Rico (66-84) en un partido donde nunca peligró el oro para Argentina.
"Fuimos justos vencedores del torneo. Teníamos claro que queríamos el oro. No nos conformábamos con otra medalla. Sabíamos a qué veníamos, y llevarnos esto es muy valioso. Para todo el baloncesto argentino ganar esta medalla es muy, muy importante", remarcó Laprovittola.
"Creo que supimos manejar la presión. El equipo tiene mucho carácter y cada jugador tuvo su momento en el torneo pero todavía tenemos mucho que mejorar. Tenemos mucho tiempo para seguir trabajando pero fue un gran acierto para todos venir a los Juegos Panamericanos", valoró el flamante jugador del Real Madrid.
Por su parte, Deck aseguró que esta medalla de oro en los Panamericanos servirá al equipo argentino de empujón "para preparar lo que se viene".
"Esperemos estar de la mejor manera para eso", apuntó Deck en referencia al Mundial, un torneo que, al igual que los Panamericanos antes de Lima 2019, Argentina solo ha ganado una vez.
En la Copa del Mundo de China esta ilusionante selección argentina tendrá su prueba de fuego para confirmar las buenas sensaciones y emular a la "generación dorada", justo a un año de Tokio 2020.