Jorge Garbajosa regresó a Málaga y lo hizo como campeón del mundo. Otra vez, pero en esta ocasión con traje y corbata como presidente de la Federación Española de Baloncesto. El que fuera jugador del Unicaja fue protagonista de una mesa redonda organizada por la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga, junto a la ex jugadora Isabel Sánchez, y antes del coloquio atendió amablemente a El Desmarque Málaga para analizar la importancia de Málaga en la consecución del último Mundial, entre otros temas.
"Esta mesa redonda estaba cerrada antes de irnos a China, se anunció cuando vinimos a jugar con la selección un partido amistoso. Siempre me gusta volver aunque, bueno, siempre es difícil decir que vuelves cuando nunca te acabas de ir porque los lazos que tengo con esta ciudad son personales, profesionales, sentimentales... Nunca pensé que cuando volviera para pasar esta tarde iba a ser como campeón del mundo", dice entre sonrisas.
Este Mundial ha sido claramente diferente al que ganó como jugador. Las ventanas FIBA obligó a un esfuerzo extra de muchos componentes, muchos jugadores que sumaron su granito de arena para el triunfo final: "Me preguntaban si habían sido 15 días duros y dije que no, que han sido dos años muy duros. Ha sido un Mundial de dos años, y por eso sabe tan bien". Málaga, como ciudad, y el Unicaja como equipo tuvieron mucho que ver. "En Málaga nos concentramos en Benahavís, pero están Jaime Fernández, Carlos Salas, Enri Salinas, Ángel Cañete, Alberto Díaz... Además, la ventana de junio del año pasado la jugamos aquí. Siempre venimos a jugar amistosos antes de un gran torneo en Málaga. Algunos jugadores, cuando me preguntan por la gira, me dicen: '¿A Málaga cuándo vamos?'. Sabemos que esta es una de las casas de la selección", asegura.
Por la cita mundialista, Garbajosa no ha tenido tiempo de ver en acción al Unicaja, aunque la confección de la plantilla le lleva a mandar un mensaje positivo: "He visto la plantilla, pero no los he podido ver en pretemporada ni en Manresa. Todo lo que me dicen es que tiene buena pinta, con muchos jugadores nuevos que necesitan un poquito de tiempo. Unicaja, al final, siempre estará entre los equipos que estén arriba". A Málaga, por cierto, regresará Garbajosa para la próxima Copa del Rey de baloncesto. Una cita inexcusable para el amante de este deporte. "Antonio Martín me dijo que me había hecho un regalito, que la Copa iba a ser en Málaga porque sabe que me encanta venir aquí. Ciudades como Málaga, Bilbao, Valencia, Vitoria, además de Madrid o Barcelona, son ciudades que viven el baloncesto, son sitios extraordinarios para hacer un evento como la Copa porque se vive mucho más allá de los partidos", confiesa.
Garbajosa vivió este Mundial de una forma "diferente" a la de su época como jugador, aunque "saben muy bien los dos". En la cancha se vive más "desde la euforia, la explosión, la alegría incontrolable", mientras que como presidente "se vive de una manera más tranquila, pero más profunda" porque entiende "todo lo que conlleva de beneficio para el baloncesto un éxito así".
Por último, puso una mirada en los próximos Juegos Olímpicos, en los que aspira a estar Pau Gasol, ausente en el Mundial. Garbajosa, ex compañero y amigo, claro al respecto. "Hemos visto que está ya volviendo a entrenar por fin. A sudar, a correr, que es lo que demandaba. Él ha sufrido, lo ha pasado mal porque le gusta mucho jugar con la selección. Su intención es estar, y así lo hemos hablado en privado y en público. Queda un año, el año es muy largo y lo único es que deseamos que se recupere de ese problema bien. Y si quiere estar, siempre va a tener un sitio en la selección porque es su casa", sentencia.