En los 25 años de Josh Adams hay más de una vida vivida. En el Unicaja es uno de los nombres propios, después de un notable arranque de temporada. Para llegar hasta aquí tuvo que saltar un muro alto. Con 22, después de terminar su etapa universitaria en Wyoming, donde es un héroe, su vida hizo crack. El jugador iba a dar el salto a Europa con el Avtodor Saratov, cuando tuvo un accidente de coche que le hizo tutear a la muerte. Una historia de superación y perseverancia que él mismo cuenta en un reportaje para el programa 'Elegidos' de Movistar+.
"Hice una ronda para ver a mis familiares y amigos antes de irme para despedirme", contaba el estadounidense en la arena de la playa malagueña, para relatar su momento más duro: "Estaba conduciendo volviendo a casa de madrugada. Vivíamos en medio del campo. Estaba muy oscuro, no había luces y era la 1:30 de la mañana. Estaba cansado, me quedó dormido y el coche se fue de la carretera, saltó un montículo y choqué con la cuneta del otro lado. Me desperté justo cuando el coche se estaba saliendo. Después tuve pesadillas por un tiempo reviviendo el accidente en mi cabeza".
Adams afrontó una recuperación compleja, sufragada por anónimos por el coste era muy elevado. "Cuando empezamos con el crowfunding sólo queríamos algo de ayuda. Nos emocionó el gran apoyo que teníamos. Todo el proceso de recuperación fue básicamente esperar a que creciera un nuevo hueso. Así que consistió simplemente en estar sentado y con mucho tiempo para pensar. Tienes que sentarte con el collarín y no moverte", decía, mientras hablaba del aspecto mental: "La peor parte es aislarte mentalmente y mantener la confianza en volver a jugar ese juego que tanto te gusta. Estar al menos en contacto con el balón. Lo único que me preocupaba era jugar al baloncesto".
Luego tuvo que afrontar la vuelta a las pistas, otra barrera a superar. "Recuerdo que la primera vez que pisé la cancha estaba asustado. Pensaba que me iban a golpear en cualquier bloqueo cada vez que saltaba. Tuve que darme un fuerte golpe en la cabeza para darme cuenta de que estaba bien y recuperar mi nivel", exponía el base, con el que hay debate sobre su posición, que lo lleva grabado todo en su piel: "Uno dice Perseverancia. Sigue adelante, incluso en los momentos duros. Fe. Después tengo un león que dice que presumas de tus cicatrices. Básicamente, tiene la misma cicatriz que yo tengo en mi frente".
"Era sobre la una y media de la madrugada. Estaba cansado y me quedé dormido al volante. Durante un tiempo tuve pesadillas reviviendo el accidente en mi cabeza".
La historia de Josh Adams, del @unicajaCB. #Elegidos pic.twitter.com/xC6GUnu1EY
— Basket en Movistar+ (@MovistarBasket) October 17, 2019