Un indigno tercer cuarto, donde no anotó ni una canasta de juego, privó al Unicaja competir por la victoria en Estambul. El equipo malagueño tuvo un sobresaliente inicio de partido, pero poco antes del descanso inició una cuesta abajo pronunciada. Fatídicos minutos donde el Galatasaray campó a sus anchas y selló un triunfo importante, con la guinda del average. Hubo reacción de orgullo, pero insuficiente. La primera plaza del grupo aún habrá que pelearla después de una derrota dolorosa por las secuencias que la componen. Una bajada de brazos preocupante, dos caras que resumen bien 17 partidos. Ahora la Eurocup para un par de semanas y la Liga Endesa vuelve a primer plano, donde también hay tarea.
Salió muy serio el Unicaja al partido, en una versión pétrea. Quizá uno de los mejores tramos de la temporada, por nivel de temporada y por escenario. Después de un 7-3 inicial enlazó un 0-17. A los turcos se les cerró la persiana más de cinco minutos (uno más para anotar una canasta de juego) y el equipo malagueño, con Adams como conductor, avasalló en la pista estambulí. La diferencia en la valoración (0-33) daba síntomas de la superioridad visitante. No era tan amplia en el marcador (12-24).
Se lanzaba el conjunto de Casimiro (18-33), con Gerun rebañando bajo los aros y Suárez ejerciendo de pegamento. No levantaba la bandera blanca el Galatasaray, que se agarraba con las uñas al partido. Había posibilidad de rotura, pero hubo alguna vía de fuga inusual. Dos gregarios, Arar y Arslan, daban alguna vida extra. El entrenador cajista pedía dos tiempos muertos, pero ya se iba cuesta abajo. Pudo ponerle algo de venda a la herida, pero la sangre brotaba. Se amortiguaba el golpe al descanso (34-39).
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— DAZN España (@DAZN_ES) November 19, 2019
Y entró en el pozo el Unicaja, que en el tercer cuarto sólo anotó desde el tiro libre. Ocho puntos malagueños, 33 turcos. Poco más que añadir. Un ciclón rojo pasó por encima, instantes inversos a los del primer cuarto. Harrison y Whittington se ponían al frente y ejecutaban una vez tras otra. Se abandonaba el equipo de Casimiro, que era arrollado. La sensación de inferioridad era muy grande. No había caminos hacia el aro, el rendimiento ofensivo era pírrico, y tampoco existía red de seguridad. La brecha se ampliaba hasta los 20 puntos (67-47).
La percepción era de partido acabado, con 10 minutos por jugar. Lo que es el deporte, lo que es el baloncesto. Se liberó el Unicaja y enlazó tres triples (Jaime Fernández y dos de Waczynski), que abrieron el abanico de la esperanza. Estaba en esos momentos en pista Avramovic, fuera de la rotación hasta ese momento. Casimiro tocaba las últimas teclas. Ejim, de cuatro ahora, comprimía más con un mate de concurso, que era la primera canasta de dos en la segunda mitad (73-64). Se limaba la desventaja y Erdogan lo paraba.
Escalaba el Unicaja, con un limitado margen de error en plena remontada. Se venía de muy atrás. Harrison parecía ponerle el clavo al duelo desde la esquina con el 81-70 a tres minutos del final. Un talento NBA diferencial este nivel. La reacción de orgullo no fue suficiente. Resistieron los otomanos, que se llevaron un importante triunfo y el average, cuestión no baladí. El equipo malagueño tendrá aún que pelear (en casa ante el Oldenburg y fuera ante el Trento) por una primera plaza de grupo que no es primordial, pero que sirve para sacar músculo. Una derrota que debe escocer por el guion.
Ficha técnica:
Galatasaray 91 (12+22+33+24): Jones (13), Harrison (16), Koksal (2), Moore (6), Arar (10) - cinco inicial - Webster (11), Whittington (18), Arslan (8), Korkmaz (2), Auguste (5).
Unicaja 80 (24+15+8+33): Adams (16), Waczynski (17), Toupane (9), Thompson (6), Elegar (6) - cinco inicial - Alberto (3), Jaime (8), Avramovic (2), Ejim (6), Suárez (4), Gerun (3), Guerrero (-).
Árbitros: Mantyla, Panther, Laurinavicius. Sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 8 de la fase de grupos de la Eurocup disputado en el Sinam Erdem Dome de Estambul (Turquía).