De espaldas a la realidad (82-74)

El Unicaja llegó a Murcia con la mente llena de pajaritos en forma de quiméricas carambolas que le permitieran ser cabeza de serie de una Copa del Rey a la que se asoma, siendo organizador, con malas sensaciones. Cayó ante un UCAM que mordió más, creyó más y acertó más. Eddie, estelar (27 puntos), trastocó cualquier plan establecido. El Unicaja jugó a arreones y siempre por detrás. Sito Alonso se comió a Luis Casimiro y en el último cuarto al UCAM le entró todo lo que no suele entrar. Otra derrota en la carretera (82-74) para un Unicaja que estará en la Copa, sí, pero al que no se le pueden pedir demasiadas cosas.

La salida fue para la escuadra de Sito Alonso, que arrancó con un 8-1 sacando partido de la precipitación del Unicaja. Hubo reacción instantánea aprovechando los errores de UCAM para ajustar el marcador (8-7). Toupane, especialmente activo en los dos lados de la cancha (cuatro puntos y cinco rebotes en el primer cuarto), mantuvo a los hombres de Casimiro a tiro en el marcador pese a la mayor intensidad local. El UCAM no aprovechó el desacierto en el lanzamiento exterior del Unicaja aunque siempre dominó en el primer cuarto (15-11). Lecomte y Sakota certificaron la eficacia desde la larga distancia, con los cajistas empecinados en estrellarse desde el triple (0/8) y viéndose siete puntos abajo al término del cuarto (23-16).

Despertó de la siesta con cuatro puntos en el arranque, con Adams de nuevo en pista y Suárez asomándose al partido. Dos jugadores que siempre imprimen algo diferente al resto. Casualidad o no, el trasero comenzó a agachar el trasero en defensa, aunque Adams se pasó de ímpetu y le cayó la segunda falta. La reacción fue un espejismo porque un 0/10 de salida en el triple no hay equipo que lo soporte (30-22). Waczynski y Brizuela cambiaron el paso en ese sentido, Jaime se inventó un canastón y el Unicaja, a arreones y pese al recital de Jarell Eddie, puso camino a vestuarios con el asunto igualado (39-39).

Jarell Eddie lo puso imposible

Eddie siguió a lo suyo tras el descanso, pero los golpes se igualaron. De un lado a otro de la pista, la segunda parte comenzó con intensidad. Jaime avisó que quería su trozo del pastel, aunque en ocasiones se pase de precipitación. Las individualidades del UCAM respondieron, de hecho propiciaron su ventaja en canastas de esas que minan la moral rival. Pero ni Sito Alonso supo alterar el ecosistema del todo ni Casimiro pudo propiciar un giro en el marcador, siempre en registros relativamente parejos. En hambre, eso sí, mandaba el UCAM. Mordió, y con eso se ganan muchos partidos. Encima, Booker se puso en modo Rucker Park y sólo Brizuela supo responder (56-51).

Booker insistió e insistió, sin miedo al fallo, demostrando a los de enfrente cómo jugar con el corazón por delante (60-53). Sakota, al que le midieron una posible antideportiva, se llevó una técnica por exagerar una falta y los ánimos se elevaron aún más. Los siete de ventaja murciana seguían mandando (62-55) a seis minutos para el final. Para entonces, Unicaja sólo llevaba 16 puntos en la segunda parte. Atasco total. El apagón mostró todas las carencias de un equipo descompuesto, sin reacción. Sin nadie al timón (66-57). Al UCAM le entraron tiros imposibles, Eddie se puso el partido por montera y el Unicaja murió a sorbitos, reventado por los triples y desquiciado por los árbitros (82-74).

Ficha del partido:

82- UCAM Murcia Club Baloncesto (23+16+17+26): Luz (3), Booker (17), Rojas (8), Eddie (27) y Tumba (4) -cinco inicial-, Radoncic (2), Larentzakis (9), Lecomte (5), Cate (2), Hunt (2) y Sakota (3).

74- Unicaja (16+23+12+23): Jaime Fernández (10), Brizuela (17), Toupane (6), Thompson (10) y Gerun (4) -cinco inicial-, Alberto Díaz (-), Adams (-), Elegar (4), Waczynski (12), Ejim (6) y Carlos Suárez (5).

Árbitros: Fernando Calatrava Cuevas, Jordi Aliaga Solé y Roberto Lucas Martínez. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de la Liga Endesa de baloncesto que se disputó en el Palacio de los Deportes de Murcia ante 5.014 espectadores.