De una niñez difícil en el Congo a primera ronda del Draft NBA: el sueño de Nzosa

Yannick Nzosa enamora a todo el que le ve jugar. El joven pívot de 17 años y 2,08 metros, canterano del Unicaja, se ha convertido en uno de los favoritos, según los expertos en materia NBA, para colarse en la primera ronda del draft de 2022. Así lo señalan todas las predicciones que han salido hasta el momento. Para el joven congoleño, esto sería cumplir un sueño por el que ha trabajado duro desde pequeño, pues tuvo una infancia muy complicada.

"Es un jugador que tiene potencial para brillar en ambos lados de la cancha con un estilo en la cancha que recuerda al primer Giannis Antetokounmpo. Es alto, atlético y tiene un buen motor en los dos lados del parquet. Además tiene el potencial para defender en varias posiciones. Puede cambiar el juego desde la defensa gracias a su tamaño y su movilidad", destacan sobre él las predicciones de NBC, uno de los que aseguran que entrará en primera ronda.

Todos estos piropos le llegan a Nzosa tras una complicada infancia. "Llegué a Europa con 13 años", comentaba el propio pívot en un documental que emitió Movistar+ sobre él. "Mi vida en el Congo... Cuando mis padres todavía no se habían divorciado, mi vida era mejor, estaba bien. Después de divorciarse, todo se complicó. Vivimos momentos complicados en casa porque mi madre no trabajaba y mi padre a veces no nos llamaba. A veces nos mandaba dinero y otras, no", confesaba.

Jugaba al fútbol como portero, pero pronto le cogió afición al baloncesto y supo que quería dedicarse a ello. Primero pasó por Italia y al poco tiempo acabó recalando en el Unicaja, no sin antes pelear con el equipo donde jugaba en Italia y conseguir que la FIBA le diera la razón para poder tenerle en la cantera.

No fue fácil, pero se ha acabado haciendo más que un hueco en el primer equipo. Deslumbra en cada jornada, con unos números que no dejan indiferente a nadie: 4,3 puntos, 2,9 rebotes, un tapón y 5,2 de valoración son sus promedios en las primeras jornadas de la Liga ACB.

El futuro de Nzosa todavía está por escribirse, pero de momento, parece que su nombre -siempre unido al del Unicaja- acabará siendo conocido por todos.