Francis Alonso, jugador del Surne Bilbao Basket, vivirá en el partido de este miércoles en la pista del Unicaja un reencuentro con el club donde ha crecido como baloncestista. Reconocía en sala de prensa que el choque será "emotivo" por su pasado, si bien confía en que no le "afecte mucho" a nivel anímico este regreso al Martín Carpena.
"Es un equipo al que siempre tendré mucho cariño porque hay muchas personas con las que tengo amistad, pero en cuanto la pelota vaya arriba estaré centrado y con los cinco sentidos y concentración en lo que pasa en la pista", subrayó antes del último entrenamiento, previo al viaje a la ciudad malagueña.
Alonso confesó que tiene "muchas ganas" de llegar a Málaga "a saludar a esa gente, pero también a ganar el partido" a un rival "muy físico, ágil y explosivo", que tendrá además a su favor "el factor Carpena". "Será complicado, pero hemos demostrado en los grandes retos y los partidos difíciles somos un equipo férreo y duro. Si seguimos los valores del equipo creo que podemos hacer un buen partido y plantar cara", recalcó.
Por otro lado, el malagueño aseguró que a pesar de la buena posición que ocupa el Surne Bilbao en la clasificación de la Liga ACB -octavo en solitario con siete triunfos- no se fijan como objetivo lograr una plaza para la Copa del Rey: "Sabemos que está ahí, pero no hay que centrarse en ello y si llega sería la recompensa al trabajo en el día a día. Hasta ahora nos ha ido bien y no hay que cambiar esa mentalidad".
Por último, a nivel personal, Francis Alonso asume que sus bajos porcentajes de acierto en tiro en las últimas semanas "forman parte de lo que es ser un tirador". Confesó que con la ayuda de su familia, "que sabe mucho de tiro y técnica", está "intentando evolucionar para que los tiros entren".
"Ser tirador supone aceptar el fallo y hay que seguir trabajando. No siempre va a ser así y tenemos que centrarnos en lo que podemos controlar que es el trabajo para que todo salga bien", recalcó.