El presidente del Gobierno Pedro Sánchez siempre se ha mostrado visiblemente ligado al mundo del deporte. El líder del Partido Socialista se encuentra en un momento convulso políticamente hablando a menos de un mes para celebrarse las elecciones nacionales. Sin embargo, dentro de sus diferentes facultades se encuentra la del trabajo en equipo inculcado desde pequeño gracias al baloncesto. Porque lo que no mucha gente sabe es que el político tiene un pasado baloncestístico dentro de una de las canteras más prestigiosas del país.
Pedro Sánchez, nacido en 1972 y original del barrio de Tetuán, siempre estuvo ligado al colegio Ramiro de Maeztu. En este instituto madrileño fue donde el presidente del gobierno cursó sus estudios de secundaria y donde se enamoró del baloncesto. Hablar del Ramiro de Maeztu es hablar de la cantera de Estudiantes, donde muchos de sus alumnos han terminado debutando en el primer equipo fruto de la unión que les ha vinculado históricamente.
Allí fue donde Pedro Sánchez hizo carrera. Con su 1,90 de altura y su gran constitución física, el madrileño se caracterizó por ser un ‘alero anotador’, o así lo ha declarado él mismo. “Un jugador de equipo, esforzado y que entrenaba al máximo siempre. Un hombre que hacía piña” aseguraba uno de sus exentrenadores. “Le puse de escolta aquel año (Juvenil B), y era pieza básica a nivel defensivo. Era un buen defensor del mejor jugador rival. No era anotador, pero ayudaba”.
Su valor a la hora de equilibrar el equipo y sacar las fortalezas de sus compañeros siempre fue algo que le caracterizó. Su talento no le llevó a los primeros combinados del Estudiantes, pero si que le hizo mantener una larga carrera que le llevó a competir con los mismos colores hasta los 21 años. El sueño de llegar al baloncesto profesional como su ídolo Nacho Azofra se alejaba, pero su retirada para centrarse en la carrera de Ciencias Económicas y Empresariales le brindaron una carrera política de gran éxito personal.
No hay momento en el que Pedro Sánchez no saque un hueco para ir a ver a su equipo jugar, porque como él bien dice... “por deformación los del Estudiantes no podemos ser del Madrid. Somos como el agua y el aceite”.