El Real Madrid tumba al Barça para ganar la Copa del Rey 2024

El Real Madrid conquistó el Carpena, anuló al Barça en un Clásico de quilates (96-85) y levantó su vigesimonovena Copa del Rey. La final fue un igualado enfrentamiento entre titanes que terminó decidiendo el francés Vincent Poirier con un monstruoso partido en todas las facetas. Sumó 17 puntos sin fallo (7/7 en tiros de dos y 3/3 en tiros libres), ocho rebotes, tres robos, dos tapones, 32 de valoración y una ovación de la afición madridista al ritmo de "¡MVP, MVP MVP!", aunque el de la copa lo ganó Facu Campazzo.

Le costó arrancar el motor anotador al Real Madrid ante un Barça que ya intimidaba con Jabari Parker, jugador de culto. No estaba fino el Facu Campazzo y sí Tomas Satoransky, pero fue el equipo blanco quien impuso el ritmo en el grueso del cuarto con un Tavares siempre condicionante de las defensas rivales. Pero el Barça es un plantillón que obliga a la excelencia y recortó siete puntos en tres suspiros. El primer cuarto murió con un palmeo de Willy Hernangómez para el 19-19.

Mario Hezonja se unió a la fiesta con un segundo cuarto espectacular. El Barça intentó nublar su musa poniendo en funcionamiento a sus secundarios: Joel Parra sacando un tres más uno al croata, Brizuela asistiendo y el equipo de Grimau agarrado al partido sin soltarlo. Cada emparejamiento era una batalla entre batallas, pero hasta en esa tensión se permite el terciopelo. Alley-oop primero, triple después, Vincent Poirier. Respondió Kalinic con un triple sobre la bocina antes del descanso (43-45).

La intensidad defensiva iba a marcar el partido. Dos plantillas con tanto físico chocarían por lógica, como dos placas tectónicas. El tercer cuarto fue la confirmación de que el apartado físico iba a ser clave. En el terremoto apareció Jan Vesely en un lado, Gabriel Deck en el otro. Podían cambiar los actores, pero no la película: Máxima igualdad en el Carpena, en los mejores cines. Asistían al largometraje, por cierto, tanto Florentino Pérez como Joan Laporta, presentes en el palco.

Entre la alternancia en el marcador, apareció otra vez Poirier para dejar al Madrid +3 para el último cuarto. Pero entre tanto pulso, tenía que llegar y llegó pronto uno de los puntos de inflexión de la final. Tres triples consecutivos, dos de Yabusele y uno de Deck, abrieron la brecha a 7:42 del desenlace. El marcador indicaba 77-68, la máxima diferencia. Paraba el partido de inmediato Grimau. Necesitaba resetear el Barça.

Los azulgranas consiguieron remar con más fuerza hasta el 81-77 a falta de tres minutos y medio... pero Vincent dijo basta. El pívot galo cogió el martillo y golpeó la zona bajo aro con cuatro puntos consecutivos y un tapón (86-77). Ya era un difícil contexto para un Barça que se dejó ir. El Madrid ya se sentía campeón. Lo era. Lo es. El Martín Carpena malagueño vivió un Clásico de máxima élite, pero la sonrisa fue solo para el madridismo, que recuperó el trono copero cuatro años después de la última vez.

Estadísticas: Poirier y Campazzo, claves

96. Real Madrid (19+24+23+30): Campazzo (18), Musa (15), Deck (13), Yabusele (15) y Tavares (4) -equipo titular-, Llull (2), Hezonja (12), Chacho Rodríguez (-), Rudy Fernández (-) y Poirier (17).

85. Barça (19+26+18+22): Satoransky (15), Kalinic (3), Parker (19) Da Silva (-) y Vesely (14) -cinco inicial-, Hernangómez (8), Jokubaitis (7), Laprovittola (6), Brizuela (8), Abrines (2) y Parra (3).

Árbitros: Antonio Conde, Rafael Serrano y Arnau Padrós. Eliminaron por faltas a Walter Tavares y Jan Vesely.

Incidencias: Final de la Copa del Rey 2024 disputada en el Pabellón José María Martín Carpena de Málaga ante 10.900 espectadores.