“¿Quién eres tú”, dijo una sorprendida camarera mientras corría y gritaba de alegría por todo el restaurante al ver que un cliente le acababa de dar una propia de 500 dólares. Y es que la mujer no conoció a la joven estrella de la NBA que le dio una de las grandes alegrías de su vida y que bromeó con él era “el Jesucristo negro”.
El gesto del jugador de baloncesto y la charla con la camarera no tiene desperdicio y la puedes ver íntegra si le das al play al vídeo superior.