Los Ángeles Lakers han sufrido una dura derrota en la final de la Conferencia Oeste de la NBA frente a los Denver Nuggets. 4-0 en en global, perdiendo el último partido 111-113. No han sido rivales para el equipo liderado por Nikola Jokic, algo que ha dolido a LeBron James. A sus 38 años, el alero volvió a ser el mejor jugador de los Lakers, aunque no fue suficiente y, en la rueda de prensa posterior, dejó abierta la opción de una retirada como la de Carmelo Anthony.
"Fue un viaje bastante guay (esta temporada). Pero no sé, no sé. No me gusta decir que fue un año exitoso porque no juego por nada que no sea ganar campeonatos en este punto de mi carrera. No es divertido para mí no ser capaz de ser parte de las Finales".
A lo que añadía: "Veremos lo que pasa más adelante. No sé, no sé. Tengo mucho en lo que pensar, siendo honesto, tengo mucho en lo que pensar. Solo personalmente siguiendo adelante con el deporte del baloncesto, tengo mucho en lo que pensar".
LeBron James no se arrugó en el partido, a pesar de lo difícil que tenían remontar un 3-0 en la eliminatoria. El estadounidense metió 40 puntos, sumó 10 rebotes y dio 9 asistencias. No fue suficiente para detener a un Jokic desatado esta eliminatoria, aunque estuvo cerca de forzar la prórroga.
"Jokic no me demostró nada en esta serie. Ya sabía lo grande que era. Siempre estás desequilibrado defendiendo a un jugador así por su habilidad para anotar, rebotear y tirar. Ve jugadas antes de que sucedan. No hay muchos jugadores en nuestra liga así. Ya sabía que íbamos contra una bestia antes de que empezara la serie".
"Anthony Davis y yo hablando en el vestuario un poco llegamos a la conclusión de que este es uno de los mejores equipos, o el mejor equipo, contra el que hemos jugado en los últimos cuatro años", culminaba LeBron, en un día duro para la estrella de la NBA.