La NBA es esa liga de baloncesto en dónde los mejores jugadores del mundo demuestran su potencial. Pero a veces, esa tensión explota y vemos imágenes desagradables, como las dos peleas ocurridas en la madrugada de este pasado viernes.
La primera de ellas ocurrió en el Orleans Pelicans - Miami Heat. Zion Williamson se disponía a anotar cuando Kevin Love protagonizó una falta fea e innecesaria. Algo que no gustó nada a Marshall, de los Pelicans, que comenzó a increpar a todos los integrantes de los Heat.
Ahí se armó la pelea. Jimmy Butler era de los más calientes y los empujones, agarrones y golpes comenzaron a copar la pista del Smoothie King Center de Nueva Orleans. Cuando todo parecía más calmado apareció la figura de José Alvarado, que comenzó la guerra por su cuenta en los banquillos. Al final, Butler y Thomas Bryant fueron expulsados por los Heat, y Marshall y Alvarado por los Pelicans. El partido acabó con la victoria de Miami (95-106) con 24 puntos y 7 rebotes de Bam Adebayo.
No fue la única pelea que hubo en una noche bronca en la NBA. Los Golden State Warrios lograron la victoria (97-84) ante los Charlotte Hornets. Un partido que había sido limpio pero que justo en el momento del saludo entre los dos entrenadores, explotó.
Una tangana comenzó en una de las canastas provocando que los jugadores y cuerpos técnicos del banquillo se unieran a separar. Al final se montó un rondo en el que los baloncestistas de ambos equipos se enfrentaban entre ellos y en el que nadie se atrevía a meterse para separar a hombres de alrededor de dos metros de altura.