El Valencia Basket conquistó este domingo la Supercopa femenina de España, un trofeo que es el quinto que consigue desde que hace algo menos de mil días empezó a pelear por los títulos en la elite del baloncesto español y europeo, un tiempo en el que ha habido de digerir también nueve finales perdidas.
La del Valencia es una evolución acelerada de un proyecto femenino que arrancó con otras miras. Tras la desaparición en 2012 del Ros Casares Valencia como proyecto de élite, el club de la Fonteta asumió en 2014 las categorías inferiores del club y pasó a tener también una cantera femenina aunque la idea inicial no ser tener un senior profesional.
El ascenso de ese equipo a Liga Femenina 2 hizo cambiar la visión de la entidad, que en el verano de 2017 sacó al técnico Rubén Burgos del equipo filial masculino y lo puso al frente de una plantilla que un año más tarde, el 30 de abril de 2018, logró el ascenso a la Liga Femenina, la máxima categoría del baloncesto español.
La entidad inició así un proyecto para equiparar las condiciones y el trato de sus dos equipos profesionales y ahora presume de ser uno de los pocos clubes europeos y el único español que tiene a ambos en la máxima categoría de sus países pero también en la Euroliga.
El Valencia protagonizó una rápida adaptación a la elite y, sin llegar a sufrir nunca por la permanencia, pronto se hizo habitual tanto en la disputa de la Copa de la Reina como en las eliminatorias por el título.
El 7 de marzo de 2021, menos de tres años después de aquel ascenso, el equipo se estrenó en la pelea por un título con la derrota ante el Girona en la final de la Copa de la Reina que acogió en la Fonteta. No han pasado aún mil días entre esa decepción y la alegría del domingo en Las Palmas.
Apenas un mes después de aquella final, el 11 de abril de 2021, el club se resarció y estrenó su palmarés femenino con la conquista de la Eurocopa, la segunda máxima competición continental, en una emocionante final ante el Reyer Venezia.
En apenas seis meses llegaron dos títulos más, porque el 19 de septiembre le arrebató también al Perfumerías la final de la Supercopa de España y el 22 de octubre dio la sorpresa en la final de la Supercopa de Europa al imponerse al potentísimo UMMC Ekaterinburgo ruso. Eso sí, antes de volver a celebrar, el equipo de Rubén Burgos hubo de digerir perder ante el equipo salmantino la que fue su primera final liguera.
El Perfumerías fue también su verdugo en la final del campeonato doméstico de la campaña 2021-22, la única que disputó esa temporada. En la campaña 2022-23 también pasó por la decepción de una final perdida, la de la Supercopa ante el Girona, antes de conquistar su primera Liga frente al equipo salmantino.
Ahora la Supercopa ha completado el repóquer de trofeos que junto a tres finales perdidas completan los primeros mil días del Valencia en la pelea por los títulos, un periodo al que el club está dispuesto a dar continuidad y que deja a la Copa de la Reina y a la Euroliga como únicas competiciones que aún no ha ganado.