Como agua de mayo
El Espanyol consiguió este martes la victoria ante el Cádiz (1-0) en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Tras perder por 2-1 en el encuentro de ida celebrado en Carranza, los de Rubi acceden a la siguiente ronda de la competición del K.O.
El conjunto españolista llegaba a la cita sumido en dudas tras acumular tres derrotas consecutivas en LaLiga Santander, su peor racha de resultados en lo que va de temporada en la que además sucumbió por primera vez como local.
Para colmo de males, el cuadro perico había completado su peor encuentro de la temporada en la última jornada (3-0 en Getafe) y en la siguiente le espera el derbi barcelonés, por lo que, teniendo la obligación de vencer para avanzar a la siguiente ronda, todo era pesimismo.
Siendo conscientes de la trascendencia que tenía el choque, el equipo de Rubi fue desde el principio a por su rival y, aunque dejó dudas en defensa, tuvo tramos del más reconocible Espanyol de esta temporada.
Reservando a algunos de los titulares, las alternativas de las que dispuso el técnico dieron el do de pecho. Adriá Pedrosa fue uno de los mejores de los suyos subiendo una y otra vez por la banda izquierda y se postula como titular en el lateral izquierdo en breves.
Javi Puado, al igual que en Carranza, volvió a dar muestras de su descaro y personalidad y Baptistao no pudo poner fin a su sequía goleadora, pero se generó varias opciones de gol que acabó desbaratando la zaga cadista.
Melendo, otro de los teóricos suplentes, al igual que Piatti y Rosales, lo dejaron todo en el campo, sobre todo en la segunda mitad, buscando la puerta del gol. Además, Roberto salvó al equipo cuando el Cádiz más apretaba.
Titulares y suplentes. todos sumaron a la causa común: una victoria que apaga los fuegos surgidos y que impacientan aún más a la afición perica de cara a uno de los derbis más igualados que se recuerdan.