La última sanción tras lo vivido en Lyon
Pese a que ya ha tomado medidas cautelares, la junta directiva del FC Barcelona espera a tener identificados a la totalidad de los aficionados radicales que causaron problemas de orden público y a otros aficionados azulgranas en Lyon para implementar un paquete de medidas disciplinarias al respecto.
Así lo anunció este lunes el portavoz barcelonista, Josep Vives, quien comentó que ya se ha identificado a una veintena de radicales y también se sancionarán a dos peñas barcelonistas, pero que se continúan con las pesquisas para identificar a la totalidad de los implicados.
"Se trata de veinte personas que viajaron (al partido de octavos de final de la Champions) a Lyon sin entrada. Otro grupo viajó con la expedición del club, que se añadió. Hay que acabar con esta identificación", insistió.
Vives dijo que se ha suspendido cautelarmente a los seguidores violentos para recibir entradas y poder acudir a los desplazamientos.
"También han sido suspendidas cautelarmente dos peñas, porque presuntamente han facilitado entradas a personas que han tenido comportamientos violentos. Esperamos que en pocos días, la comisión de disciplina empiece a sancionar", dijo.
Vives comentó que la policía francesa es la que tiene "toda la potestad y la competencia" en la seguridad y por eso el Lyon tuvo que vender entradas a este grupo que viajó sin ellas.
"Nos opusimos, porque sabíamos que si se ponían al lado del resto de aficionados azulgranas, se podía crear un problema, como así fue", insistió.
El portavoz azulgrana comentó que la policía francesa consideró que era "más fácil" tener controlados a los violentos dentro del estadio que fuera. "Ellos son los que tenían la competencia, por eso hicimos una queja ante la UEFA exponiendo esta situación. Creemos que tiene que haber un protocolo que impida acceder a estas personas a recintos deportivos", apuntó.
Añadió que el Barça mantiene "contacto permanente" con los Mossos d'Esquadra, pero admite Vives que no es fácil: "Fijaros, estos grupos han sido erradicados del Camp Nou y por eso trasladan sus acciones a la calle. Nosotros tenemos nuestras limitaciones fuera de nuestras instalaciones".
En todo caso, el problema con los violentos es "un proceso social" asociado al fútbol, según Vives, quien considera prioritario crear "un frene común" entre todos los clubes europeos para eludir este tipo de falta de seguridad entre los aficionados.
