Urrutia se marcha haciendo historia

Con 391 partidos al frente, Josu Urrutia deja el Athletic Club haciendo historia, marcando un hito. Se irá siendo el presidente que ha permanecido en el cargo durante la etapa más larga en la historia del club rojiblanco. De esta forma, el mandatario de Lekeitio supera a Pedro Aurtenetxe (el hombre ya fallecido que alzaba las dos últimas ligas y copa del rey) como el presidente con más partidos como presidente en el cargo. 

Fue en julio de 2011 cuando Urrutia se convirtió en presidente. En unas elecciones en las que hubo una movilización de socios sin precedentes y en las que relevó en el cargo a Fernando García Macua. Con el triunfo del deustuarra, llegaba Marcelo Bielsa, una nueva era en el Athletic. Con el argentino en su primer año el equipo alcanzó una final de Copa y otra final de Europa League. Plantilla de calidad y una forma de jugar que enamoró a los athletizcales.

Pero en la segunda temporada con Bielsa, el presidente y el entrenador tuvieron sus más y sus menos en relación a unas obras en Lezama para mejorar las instalaciones. El distanciamiento entre ambos fue patente durante todo el curso.

Tras la marcha de Marcelo Bielsa, Urrutia recurrió a Ernesto Valverde que llegaba para dirigir en su segunda etapa al equipo. Fueron cuatros años intensos los de Txingurri al frente del equipo. La fuga de talentos ya se había dado. El primero en salir fue Javi Martínez que dejó 40 millones en las arcas del club. Más tarde, Ander Herrera se fue al United a cambio de 36 millones. El central Laporte al City por 65 y Kepa Arrizabalaga, el que probablemente más dolió a Urrutia, al Chelsea por 80 millones. Además, Fernando Llorente y Fernando Amorebieta se fueron libres al no querer renovar sus contratos. Dos jugadores que se habían criado en Lezama.

La marcha de Valverde; un punto de inflexión en el club

Con el técnico de Viandar de la Vera, el equipo consiguió regularidad acabando siempre en puestos altos de la tabla. En la primera temporada cuarto, séptimo, quinto y séptimo. Esto supuso también que el equipo estuvo compitiendo en Europa durante estas temporadas. En Champions League una temporada, jugando una nueva final de Copa del Rey y ganando un título 31 años después. La Supercopa es el trofeo que deja la era Urrutia en las vitrinas del club.

Cuando Valverde decidió que su segunda etapa al frente del Athletic había espirado, Urrutia confió en Cuco Ziganda. El navarro era un hombre de la casa. Había entrenado al Bilbao Athletic (también en Segunda A), y el presidente le encomendó liderar el banquillo del primer equipo por dos temporadas. Cumplió solamente la primera. En el ojo del huracán siempre, Ziganda aguantó en el cargo porque el presidente así lo quiso.

En su último año, nuevo golpe de efecto. Y al igual que ocurriera con Marcelo Bielsa, llegaba un entrenador argentino, Eduardo Berizzo. Para reenganchar a una parroquia desanimada. Pero las cosas no han salido como esperaba Urrutia (ni nadie) y las elecciones ya están a la vuelta de la esquina. Llegaron nuevos refuerzos pero el equipo ha tocado un hito negativo como es el de no ganar en 10 jornadas consecutivas.

Decía Urrutia que "no hay nada seguro en esta vida" y que no sabía que iba a ocurrir con el futuro de Berizzo antes de que llegue la fecha de las elecciones, el 27 de diciembre. Sin embargo, el presidente dijo que el "Toto" era "lo mejor que había tenido".

Urrutia una vida en zurigorri

Se marcha Josu Urrutia, tras una vida en Lezama como jugador y 16 temporadas con el primer equipo. Con 401 partidos a sus espaldas, colgó las botas en 2003. Fue de esos jugadores que marcan una época, como lo fue también Aitor Larrazabal con el que tuvo también tensiones internas cuando el de Loiu ostentaba el cargo de coordinación deportiva de la cantera. El área femenina ha crecido de la mano de sus candidaturas como nunca antes, llegando a la consecución del título liguero en 2016.

Una de los claroscuros que también deja en su etapa es la realización del nuevo estadio de San Mames. La cubierta tuvo que ser ampliada con un sobrecoste de 12 millones de euros. Y fue este, un motivo recurrente de queja en las asambleas de compromisarios de las que siempre salió reforzado con un apoyo notable. Como jugador está entre los que históricamente más partidos disputó, como presidente, es ya, el que ostenta el primer título de longevidad en el cargo.