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Y esa alegría en la derrota del Athletic

Y esa alegría en la derrota del Athletic

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Kuitxi Pérez

Unanimidad tras el partido del Camp Nou. Entrenador, jugadores, prensa, afición, y hasta José Sanchís y Gerard López, locutor y comentarista del choque que uno pudo ver plácidamente en la misma habitación en la que el 'dentista' blaugrana le revisaba dientes, muelas y colmillos a ese león que se había ofrecido en representación de sus compañeros. Todo eran elogios. El Athletic Club, considerando todos los matices del encuentro, había desarrollado un juego rayano con lo 'maravilloso' tomando en cuenta el rival y el escenario.

Un rival, el FC Barcelona, un estadio, el Coliseo blaugrana: ¡el dentista en su descomunal consulta! Alegría en la derrota. Satisfacción. Como en el anuncio de la tele: "Sólo hay un... que me hace sonreír más que mi: ¡el dentista! Ese dentista al que aludía Joaquín Caparrós cada vez que 'su Athletic' se desplazaba a la ciudad condal por aquello de la caries, los empates y las extracciones. Acostumbrados a las palizas saldadas con goleada, la 'peña' zurigorri sonríe de oreja a oreja tras ver cómo el Athletic 'tan solo' salía derrotado por la mínima luego de ejecutar de manera 'casi impecable' lo que se ha dado en llamar el 'plan de Gaizka Garitano'.

Otra temporada más. La enésima. Hay que remontarse a la 2001-2002 para visualizar la última victoria [1-2] en feudo culé. Con Jupp Heynckes en el banquillo, Javi González ejercía de profeta de su maestro: "Ganaremos once partidos fuera de casa esta temporada". Y así fue. Uno de ellos, aquél, en el Camp Nou. Épica victoria. Con empate [1-1], y tras sufrir la expulsión de Mari Lacruz, el Athletic se lanzó a degüello recibiendo el premio que merecen los equipos valientes y virtuosos.

Setién y Garitano en el duelo del Camp Nou (Foto: LaLiga).
Setién y Garitano en el duelo del Camp Nou (Foto: LaLiga).

Santi Ezkerro, contraataque, galopada por su banda derecha, y previo 'auto-pase' que burla a su defensor, se planta ante Bonano y lo 'ejecuta' con aquel temple tan suyo. Allí se plantó el Athletic. "Hola y Adiós", en palabras de Sabina. Como si se supiera que aquella gesta resultaría muy difícil de repetir. Y es que el mister alemán no era un técnico cualquiera: el Athletic lo bordaba, y, sobretodo, de principio a fin de los partidos, la portería rival clavada entre ceja y ceja.

De aquel modo, y no de otro, podría el Athletic hacerle frente al Barcelona y someterlo. Ir a por él como si, en palabras de Jaime Ugarte, fuera un tipo que "le debiera -tanto- dinero" como para merecer un severo castigo. No hay otra. Las visitas al 'dentista', desde entonces, se saldan con humillaciones en el juego y severos castigos en el luminoso, electrónico, marcador por aquello de que los leones regresan al 'Botxo' con la piel humeante luego del sello ardiente en su piel. Como res herida consciente de que habrá de regresar para recibir la goleada que merece.


La noche de San Juan fue distinta. ¿Lo fue en realidad? ¿Así lo creen también ustedes? ¿Cohetes y fuegos artificiales para festejar a un Athletic radiante? ¿Dónde radicó ese mérito que, tras el partido, provocó el grito unánime de "¡Hurra, Athletic, Hurra!".

El equipo se proyectó en salidas con más ánimo que virtud. A falta de un contraataque de libro preconcebido en la pizarra, sin talento para acaparar el balón, ser capaces de enlazar doce pases seguidos, y luego otros tantos, todo moría en la pérdida provocada por una presión al alcance de cualquiera. Ligó bien y bonito en ocasiones. Se llegó con claridad... y hasta se pudo golear.

Oihan Sancet ha dejado una buena imagen ante el Barça (Foto: LaLiga).
Oihan Sancet ha dejado una buena imagen ante el Barça (Foto: LaLiga).

Pero... ¿y después?, o, "¿y ahora qué hacemos?" [se pregunta Pau Dones desde lo eterno]... Porque el partido no se detiene, no acaba tras cada lance. Un partido es jugar y jugar, y, tras la jugada, volver a jugar. Así en ataque como en defensa. Y el Athletic, este Athletic, el Athletic que se enfrentó al Barcelona, a falta de un mecanismo global que le permita acaparar la posesión del balón, necesita, si pretende salir victorioso del Camp Nou, un descaro tal que minimice hasta la extinción sus enormes carencias.

Cuando, luego de una primera parte esperanzadora, se le empezó a apagar la luz que enérgico lo mantenía sobre el verde, el Barcelona le quitó la pelota del mismo modo que a un niño el adulto le roba un caramelo. Y fue así, ya privado el Athletic del esférico en todo tiempo y espacio, que el Barcelona, ¡el Barcelona más triste de los últimos tiempos!, con solo tocar y tocar, sin oposición a la hora de avanzar, se plantaba en la media luna del área de su oponente.

Allí, un muro, o dos, con un cartel pegado en el que leía "Derrumbe". Defensa numantina, aguantar como sea, que el tiempo pase, choca el cuero, rebota, sale despedido, el arma, una y otra vez, en 'manos' [que son como piernas] de los 'pies' de su enemigo. Un ejército paupérrimo, pero armado: ¿hacia que bando se decantará la suerte?

Unai Núñez, atento al balón en el área (Foto: LaLiga).
Unai Núñez, atento al balón en el área (Foto: LaLiga).

Ya sin contraataque, sin ganas de ligar porque el equipo es torpe en el manejo, todo se resume en unas carretas mal montadas, y los indios, dando vueltas aunque sin alaridos. El Athletic. Un Athletic asediado por un Barcelona que maneja la pelota hasta con desgana. Pero como suya es, y el rival no se la discute, nace la pregunta: ¿Cuándo llegará? , ¿El qué?, El gol, La respuesta está en el aire, ya que viento no sopla. En una jugada trenzada, o en ese grave error que se deriva de tanto leon en la leonera de su propia área. Tenía que llegar.

De no haberlo hecho, de haber llegado al final con el cero a cero goles, el punto logrado habría tenido más de mérito de la Federación que de virtud de un equipo con Jupp Heynckes en él área técnica... y Javi González remontando la banda derecha al grito de "¡Venceremos!". Una derrota más. Y, encima, somos más viejos.

Savia. Jugo del roble. Confiar. Tener fe ciega en la generación del año 2000. Cuando vino al mundo Ohian Sancet, cachorro en camada que dicen prodigiosa. La del 2001 la mejora. E incluso la del 2002. Ese Athletic quiero ver. Verlo ganar. Otra vez. En el Camp Nou. Sopas con honda al Fútbol Club Barcelona. "Arrojar balones a su portería con pericia". Como en la 2001- 2002. ¿Se acuerdan?

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  1. Eki

    Hemos perdido venta el peor Barcelona de la historia garitano quería poner en evidencia a los jóvenes y se ha puesto el en ridículo sacando a su guardia pretoriana a hacer el ridículo, mal los cambios mala gestión no lee los partidos garitano vete ya

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