Bizi Ametsa: Competir como leones, no queda otra

Tras la decepción de la final de Copa del Athletic Club contra la Real Sociedad, tengo muy claro que al equipo hay que pedirle que esté a la altura de las circunstancias y que compita. La afición zurigorri no merece volver a ver a sus jugadores atenazados y bloqueados sin apenas tener opciones de levantar el ansiado título. Eso de entrada, ahora lo que toca... Final muy complicada ante el FC Barcelona.

Quizás más aún, tras la derrota del conjunto blaugrana frente al Real Madrid este fin de semana, en la lucha por LaLiga Santander. Sinceramente, creo que el Athletic debe de tener muy presente lo ocurrido hace dos semanas en La Cartuja para que no vuelva a darse algo así. Estamos cansados de llegar a finales y no competirlas y ver cómo ninguno de nuestros jugadores es capaz de ofrecer una versión acorde con la trascendencia del encuentro.

No hay nada peor que no estar a la altura...

La sensación de no haber dado el nivel que este equipo tiene y ha demostrado. Me consta que el vestuario terminó roto psicológicamente y toca levantarse porque tienen una nueva oportunidad. Cuesta muchísimo llegar a una final y hay que ensalzar el trabajo realizado por esta plantilla para llegar a la del sábado día 17.

Personalmente tuve la suerte de vivir la final de Copa del Athletic desde La Cartuja

Tengo que reconocer que estaba convencido de que el Athletic podía ganar ese partido y tardaré tiempo en digerir la impotencia y la frustración al término del encuentro. Tampoco olvidaré la videollamada de mi hijo Owen llorando abrazado a su madre que intentaba consolarle porque a sus cinco años, no era capaz de entender como el Athletic había podido perder esa final, pero sobre todo las formas en que lo hizo.

Sorprendentemente y a pesar de ser un niño, le dolía el hecho de que ninguno de los jugadores había estado al nivel esperado. ¿Por qué han jugado tan mal aita?, me preguntaba desconsolado.

De los numerosos mensajes que recibí tras la derrota contra la Real, este fue mi comentario en redes sociales: todo lo que pasó después de la final de Copa, sinceramente, me da igual. A la Real no le van a quitar el título porque no hayan gustado ciertas actitudes que han podido tener en la celebración.

Lamentablemente las vitrinas del Athletic siguen sin la ansiada Copa número 25. Estoy cansado de que muchos aficionados paguen su frustración insistiendo en que la Real no ha sabido ganar. Tampoco me consuela que me insistan en el señorío del Athletic en la derrota. Ya está bien. El equipo no ha estado a la altura, toca autocrítica y levantarse.

Esto es fútbol. A veces se gana y otras se pierde, pero no cabe duda de que la formas de hincar la rodilla marcan muchísimo y espero que los jugadores lo tengan muy presente para no volver a ofrecer una triste versión en la final del sábado.

Que el Barcelona te gana porque son superiores, pero lo das todo en terreno de juego, te vacías y vendes carísima la derrota: nada que reprochar.

Caer dignamente, con la conciencia tranquila de que has hecho todo lo posible por ganar. Esta debe de ser a partir de hoy la única manera de perder una final, si nos toca volver a pasar el mal trago.

Competir como leones, no queda otra...

Aunque no estemos bien en lo moral, creo que debemos de creer. Recordar como el Athletic despidió el año con derrota en San Mamés frente a la Real y en apenas dos semanas levantó la Supercopa. Es la grandeza que tiene el fútbol; lo impredecible que puede llegar a ser.

Tampoco quiero discursos de que vamos a dejarnos la vida, moriremos en el campo y demás porque hemos escuchado demasiadas veces eso. No quiero bloqueos mentales ni que las piernas de los rojiblancos no vayan en una nueva cita para la historia. Insisto, competir como leones y que al término del encuentro, pase lo que pase, estemos orgullosos del Athletic.

Por Kevin Doyle, presentador y director de EUP! en DOTB -Durangaldeko Telebista- y Radio Marca Bilbao