Punto alimenticio del Athletic en una tarde para olvidar

Tras el repóker de Aritz Aduriz al Genk, al Athletic Club le tocaba visitar una de sus tumbas ligueras, el estadio de Cornellá el Prat, con el ariete donostiarra por primera vez como capitán del equipo. Frente un RCD Espanyol que todavía no ha ganado en casa (normal visto lo visto hoy), el Txingurri preparó una revolución 'de las suyas', experimento que salió 'consi consa' porque el partido fue insufrible, confirmándose que tras los encuentros de UEFA el equipo se queda muy justito, y encima Etxeita se fue lesionado.

Dicho esto el (0-0) final se puede dar hasta por muy bueno. Ya son 19 años sin ganar allí, cierto, pero proponiendo tan poco, o cambiando a Aduriz en el 60' pues ni tan mal; la pena es que los de Quique S. Flores casi han estado peor, ya que jugaban en casa y han tenido toda la semana para prepararse. Salvo un par de amagos de Hernán Pérez han estado igual de insustanciales que los leones, a los que ahora les ha dado por empatar. Esta pareció una buena ocasión para ganar y romper el gafe.
Aparte del ritmo y la locura de encuentro que se vivió el jueves hubo hasta siete cambios respecto al Genk. Entre lesiones y cansancio Ernesto Valverde preparaba toda una revolución. Las bajas nuevamente de Beñat y de San José, unidas a las de Susaeta, Laporte y Lekue, más las decisiones del mister, generaban muchas caras nuevas en un once refrescado con la entrada de Kepa, es su mes, de Eraso o el mismísimo Mikel Vesga, al que no se veía desde septiembre, en lugar de un Iturraspe suplente con un golpe en el tobillo.
En la ceja se lo llevaba Balenziaga nada más empezar en un choque de carneros que presagiaba una tarde peleada. El de Zumarraga tardó en volver, con unos puntos que vendrían de cine en la clasificación, lo que fue aprovechado por los pericos para dar un paso al frente. Al no estar Laporte ni Beñat presionaban mucho la salida de juego, e incidían en el problema del balón parado bilbaíno con un primer remate desviado de Leo Baptistao.
El choque había nacido trabado. De pico y pala. Mucho curro y cero ataque, fajándose bien Vesga, Rico y Eraso en las disputas, pero sin obtener nada de profundidad, sin una brújula, sin un timón. Los catalanes tampoco es que se lucieran, pero dominaban la posesión (63-37%) y al menos en botas de Hernán Pérez tuvieron una muy clara en el 18' tras un gran slalom de Jurado. Ni la dio y fue de lo poco potable en media hora perdida para echarte una siesta. Vaya bodrio.
Tan solo Sabin Merino daba algo de guerra, porque Williams, desnortado por su falta de acierto, estaba missing por la derecha y los dos laterales estaban grapados al campo propio. La sensación era que se había salído a aguantar para tratar de ir a por el partido en la segunda mitad con los cambios, entre los que no se esperaba el de Etxeita que se iba cojo en el 35', con una contusión en el vasto interno de la pierna derecha, dando paso a De Marcos turnando Bóveda al eje de la zaga.
Aprovechando la frialdad del de Laguardia y las pérdidas constantes de la pelota Piatti probaba de lejos a Kepa, pero todo en una sinfonía de lo más desafinada. El Athletic no daba tres pases, no llegaba arriba, no remató ni una sola vez y el Espanyol suspendía también porque era incapaz de sacar partido de la situación. Era lo de 'no me chilles que no te veo' o, directamente como dijo Marlon Brando como Coronel Kurtz en Apocalypsis Now 'el horror'.
La charla del capi Aduriz a sus compañeros en el túnel de vestuarios fue como para poner un micro. Tras enchufar cinco goles no le habían puesto ni un solo centro para poder rematar, tenía que estar desesperado, pero aún así no hubo relevos antes de poner de nuevo el balón en juego. Lo que sí cambio fue la mentalidad. Se vieron un par de internadas y algún balón colgado al área, pero hasta Aduriz echó a las nubes en el 60' el primer remate vasco de toda la tarde. Lo curioso es el killer donostiarra que se fue a la caseta de la misma dando paso a Raúl García entre cierta incredulidad.
Muniain fue el siguiente en salir, recibiendo una caricia de Víctor Sánchez -que no fue amonestado- en su primera intervención, mientras el reloj discurría sin ningún relato trascendente. Era casi ya más importante no pifiarla que generar algo comestible, el punto se había convertido en la gran misión de una tarde perfectamente olvidable. Pese a los tres minutos de descuento y un último remate de Gerard Moreno que atajaba Kepa, fue imposible cambiar el bostezo por un aplauso, se había ofrecido menos espectáculo que en un mitín de Rajoy.
A tomarse un descanso reparador 
A las huestes del Txingurri les toca ahora descansar debido a los encuentros de la selección de Julen Lopetegui ante Macedonia e Inglaterra. Choques para los que está convocado el reciente aita Aritz Aduriz. Por su parte Kepa y Williams marchan con la sub'21, el resto tendrán algo de asueto hasta que comiencen a preparar en Lezama el partido que disputarán frente al Villarreal el domingo 20 de noviembre en San Mamés. Esperemos que con la enfermería totalmente vacía, salvo el caso de Aketxe.

Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com

@asismartin