Williams alumbra en El Sadar la ruta hacia Europa

Al Athletic Club se le presentaba el derbi de El Sadar como un reto. Las victorias de Espanyol y Eibar convertían la victoria en casa del colista en una obligación, por múltiples motivos, ante un rival hundido, lleno de bajas pero con un riesgo claro, querer ofrecer a su afición, que llenó el campo, una victoria ante los bilbaínos, lo que podíamos llamar su regalo de despedida, su ofrenda de perdón por irse al pozo de cabeza. Y es que Osasuna ha ganado... ¡un solo partido en toda la liga!

No se podía fallar si se quiere coger el tren, por eso los vizcaínos -sin florituras- han sido certeros, han cumplido la tarea y han vencido (1-2) con goles de Aduriz e Iñaki Williams, ambos en la primera parte. Un triunfo obligatorio, amparado en un enorme Williams, el rey de los derbis, que es el faro actual del equipo, y también en la actividad de De Marcos o en alguna buena intervención de Kepa Arrizabalaga, ya que el trabajo defensivo no ha sido muy fino, con mala nota especial para Eneko Bóveda, hoy sufriendo mucho ante De las Cuevas, León y Riviere. Lo importante, tras vencer, es que el equipo está a un punto del Villarreal y a dos de la Real Sociedad.
Ernesto Valverde, harto de despejar balones sobre su futuro, que parece cantado lejos de Bilbao, repetía el equipo que ganó en Riazor saliendo con todo a tierras navarras, ya que en ataque estaba toda la artillería: Williams, Raúl, Muniain y Aduriz, ocupando atrás Bóveda la plaza del lesionado Yeray. Está visto que Etxeita cayó en desgracia en el Sánchez Pizjuán, y que Lekue 'pagó' la motivación máxima que, seguro, iba a tener Iker, capitán hoy ante sus paisanos con los que ha tenido varios desencuentros años ha.
A 'Bart' le pitaron desde que tocó su primera pelota avanzando una tarde áspera de fútbol, de derbi vasco a la vieja usanza, con una sucesión de pelotazos con 'alergia al pasto' que diría Marcelo Bielsa, y una reducción de espacios que unida a la presión de ambos y a la altura de la hierba hacía difícil ver fluidez. Eso sólo se arregla con calidad, como la que tiene Iñaki Williams, que inventó una jugada para De Marcos quien asistía a Aduriz para abrir el marcador a los doce minutos.
100 goles para el donostiarra ya en liga y el duelo teóricamente en su punto, pero lejos de venirse abajo el colista coleteaba como un pez fuera del agua favorecido por lo ramplón del Athletic en su defensa de la estrategia. Kepa tuvo que hacer una gran parada en un balón parado a Riviere, seguido luego por un palo en un centrochut de Oier. Era un error permitir a Osasuna sacar rendimiento a casi su único arma, pero se pasaron algunos minutos de agobio con los cuatro córners locales.
Cuando los vizcaínos se rehicieron, pese a alguna fisura de Bóveda, Beñat pasó a controlar el partido por lo que tuvieron otra ocasión en botas de Raúl García que, por mucho que se enfade, estaba menos fino de lo normal y en un disparo de Williams, quien por fin acertó con otro remate al filo del descanso poniendo el 0-2 tras un nuevo pase de De Marcos. La cosa, como dice Susaeta, estaba encarrilada con un gol de esos llamados psicológicos.
A la vuelta, con el punta bilbaíno deleitando con su fútbol, Rulo volvió a tener una clara con un boleón de zurda, mientras Osasuna iba perdiendo el norte dedicado ya a contentar a algunos aficionados (que le habían sacado una 'cancioncita' del tema Torbe) dando leña a Muniain en cada una de sus conducciones. Alguna tarjeta más debió caer... Sin embargo lo que decayó fue el control del centro del campo, por lo que el Txingurri metió a Iturraspe -quitando a un Raúl García que se llevó una enorme ovación en su casa a diferencia de la pitada a Muniain- para montar un trivote.
Sirigu salvó el 0-3 en una bonita vaselina de Aduriz que acabó en córner, cuando Williams estaba solito para empujar. Quedaban 20 minutos dando Vasiljevic entrada a hombres como Sergio León o un Alex Berenguer seguido con lupa desde Ibaigane, que hoy regresaba tras varias ausencias por lesión. El de Palma del Río iba a acortar distancias con un golazo haciendo también la pirula a un Bóveda que va a tener un fin de semana como para pensarselo.
En el 82' Aduriz volvió a poder sentenciar en una gran jugada individual, pero su rosca se le fue por poco provocando que no se pudiera llegar con calma a la recta final, a la que Iñaki llegó tirado en el césped con calambres entre la paliza de hoy y la de Roma del lunes, lo que exigirá cambios ante los periquitos el día 4.
Calendario lamentable
Aprovechen el domingo para descansar que LaLiga Santander se ha vuelto loca y en breve hay que hacer el bocata para ir a San Mamés. Este martes, a las 19:30 horas, el Athletic recibe a un rival directo como el RCD Espanyol de Quique Sánchez Flores, y el viernes tendrá que desplazarse a Castellón para medirse al Villarreal a eso de las 20:45. Un desparrame indigno de la 'mejor liga del mundo' que se rematará con el duelo ante la UD Las Palmas en viernes santo en una tarde en la que igual están en la grada más ojeadores de equipos que aficionados.

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