El gran impedimento para un hipotético regreso de Kepa

Kepa Arrizabalaga sigue arrastrando dudas con el Chelsea en la Premier League. El exportero del Athletic Club ha perdido la confianza de su entrenador, Frank Lampard, que ha priorizado otras opciones por encima del español. Eso sí, en la selección española sigue contando con el beneplácito de Luis Enrique. Tal es la desconfianza en él que incluso se llegó a tantear su regreso a LaLiga Santander, donde dejó sus mejores tardes de fútbol. Eso sí, hay un principal inconveniente para que la operación llegue a buen puerto: el salario astronómico del futbolista.

Y es que la web especializada Spotrac ha publicado la lista de los salarios de los porteros de la Premier League. Kepa está en un lugar privilegiado dentro del escalafón: es el segundo mejor pagado de toda la liga, solamente detrás de David de Gea. El madrileño, de hecho, cobra más del doble del salario del meta de Ondarroa. El podio de los guardametas mejor pagados de la Premier lo completa Kasper Schmeichel. Cabe destacar que las cifras salariales en Inglaterra están estipuladas semanalmente, por lo que habría que multiplicar para conocer el salario anual.

El estratosférico salario de Kepa Arrizabalaga en el Chelsea

De este modo, los salarios de ellos tres son: David de Gea, 413.412,77 euros semanales, unos 21 millones y medio de euros por temporada, aproximadamente; Kepa Arrizabalaga, que cobra 165.365,11 euros, unos 8.6 millones de euros por temporada; y Kasper Schmeichel, con 143.316,43 euros, unos 7.5 millones de euros por temporada.

Así las cosas, estos salarios son directamente inasumibles por casi cualquier equipo de LaLiga Santander. Solamente FC Barcelona y Real Madrid, dejando en quizá al Atlético de Madrid, podrían acercarse a esas cifras. No obstante, también hay que tener en cuenta que la fiscalidad en Reino Unido es distinta a la de España. De este modo, los futbolistas se las pueden ingeniar para tributar una parte de su ficha en concepto de derechos de imagen a un porcentaje inferior. Por tanto, para que un futbolista cobrase lo mismo en España que en Inglaterra, el salario bruto tendría que ser sensiblemente superior.