Fútbol Globalizado: Ese Sector Burocrático con Poder Económico Vicario
Hace 20 años, el filósofo argentino Juan José Sebrelli publicó un singular ensayo: La era del fútbol (Sudamericana, 1998). En él, desmenuzaba el complejo entramado de este deporte nacido en Inglaterra en el siglo XIX y ya global desde el XX. Hablaba de élites y masas, de ídolos e hinchas, de política y de dinero, de medios de comunicación y de civilización.
Analizó Sebrelli: “Como consecuencia de ese fabuloso negocio que es el fútbol, surge inevitablemente todo un sector que lo usufructúa y que adquiere características específicas. La burocracia del deporte tiene todas las peculiaridades de todos los sectores burocráticos con poder económico vicario: manejan grandes cantidades de dinero que no son jurídicamente de su propiedad, pero de las que pueden disponer a su antojo, lo que les permite otorgar toda clase de prebendas y privilegios, así como también grandes oportunidades para acrecentar su propio capital privado”.
Sebrelli observó esto en 1998. Nada muy distinto de lo que es hoy, salvo por una multiplicación de canales. En 1998 mandaban las televisoras. En 2019 mandan las aplicaciones de telefonía móvil que requieren de conexión a Internet y un móvil inteligente. Acaso por este cambio es que estemos viviendo hoy la mayor expansión globalizadora del fútbol.
Hablaba yo días atrás de la cruz de los 4 próximos partidos para el Athletic Club: domingo a las 14 horas. La hora de la comida, ahora enfrentada al fútbol. Se queja la afición, acaso los socios y las socias del Athletic, una de las 4 sociedades deportivas no mercantiles del fútbol profesional español. Socios y socias detentan la soberanía institucional del club, sin embargo, no parecen ser muy tenidos en cuenta a la hora de ser representados por sus autoridades; nadie ha levantado la voz para protestar por esta condena horaria.
La pasión por el Athletic es ajena a la burocracia con poder económico vicario. El equipo continuará su marcha en todas las competiciones en las que está involucrado: LaLiga Santander, la Copa del Rey; hasta la Supercopa de España, si toca. En Liga vamos y venimos, según el ánimo. En Copa generalmente vamos, intentando llegar a disputar la final y ganarla. Que el Athletic tiene en su haber un palmarés de 24 Copas del Rey.
La potencial proyección del equipo hace que los aficionados y las aficionadas deban planificar su participación: ¿Se juega el partido en Bilbao? ¿Se juega fuera? ¿Cuánto cuesta viajar y alojarse en otra ciudad, en otro país? La calculadora obliga a ajustar bolsillos y presupuestos propios. ¿Tendrá esto en cuenta esa burocracia con pleno poder vicario?
Ahora nos anoticiamos del interés de la Liga de Fútbol Profesional -la misma que fija los horarios de la Liga- en que un partido liguero se juegue en Miami. Se hará, finalmente, el viernes 6 de diciembre a las 22 horas de España (16 horas de los EE.UU.), entre el Villarreal CF y el Atlético de Madrid. Esto, pese al pulso con la Federación (es decir: Tebas vs. Rubiales). Porque desde la Federación se insiste en que para jugar en Miami se requieren cinco permisos: de la FIFA, de la UEFA, de la Concacaf y de la federación estadounidense y de la española. En principio, esta situación no afecta al Athletic porque no fue escogido para ello. De momento: que con la burocracia con pleno poder vicario no se puede estar segura.
La Liga Santander se va globalizando como marca y negocio no sólo por las televisiones, Internet y las aplicaciones móviles y los servicios de streaming, sino que esa globalización también se busca que sea presencial. Que la burocracia con pleno poder vicario es insaciable. Porque la Supercopa de España se disputará las 3 próximas temporadas en ¡Arabia Saudí!, según ha confirmado la Federación, la cual se ha comprometido a garantizar el acceso de las espectadoras de cualquier localidad del estadio.
A todo esto, la Federación supervisará el fútbol femenino de Arabia Saudí, por esos mismos 3 años. Desde la misma Federación, se explicó que la Supercopa había que cambiarla, porque se renovaba o se moría: dicen que es una competición deficitaria. Así fue como se transformó en una Final Four entre los dos primeros de la Liga Santander y los dos finalistas de la Copa del Rey.
Si al aficionado, a la aficionada, ya le costaba movilizarse a ver al Athletic dentro de España, ¿Le va a salir gratis ir a Arabia Saudí? ¿Va a recibir algún tipo de ayudas de su club para poder viajar a ver al Athletic? ¡Las cosas que pregunto: eso se lo paga cada cual de su propio bolsillo! Vale. Entonces, que la final de la Supercopa de España se juegue en el ámbito geográfico que le corresponde. ¿O acaso los partidos de la Liga Santander se jugarán el año que viene entre los EE.UU. y China? Vale, es una pregunta retórica. Aunque, al tiempo: que la burocracia con pleno poder vicario es incorregible.
Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz
