Un almuerzo atragantado
El partido Real Betis – Athletic Club por la decimoquinta jornada de LaLiga Santander pareció uno de esos chistes en tres actos; sólo que, por tratarse de un partido de fútbol, fue uno de esos en tres goles. Porque los tres tantos los marcó Joaquín, el jugador más veterano de la Liga que marca un hat-trick; también, el delantero más conocido por su guasa y su humor -los chistes son su sello.
Mientras el Athletic se acomodaba en el campo, (que no en la mesa, pese al horario de las 14 para jugar), el Betis no se inmutó por hacer lo mismo, sino que se plantó en su velocidad y en sus combinaciones -especialmente las que salieron desde los pies de su mediocampista Guardado- para dejar muy mal parada a la defensa de la visita para sorpresa de su cancerbero Unai Simón.
En apenas 20 minutos el Betis había madrugado al Athletic con tres chicharros. El local, en vez de ir a rematar el partido, se echó atrás en bloque. Sin embargo, el Athletic no llegaba al área local con claridad y eficacia, aunque tuviera el balón. Unai López y Sancet aportaron poco en esta ocasión como generadores del juego athelticzale. Sobre el final de la primera parte llegó un penalti que ejecutó Williams para poner el 3-1 parcial.
Ante la urgencia propia del resultado adverso, Garitano ensayó algunas modificaciones para la segunda parte; justo él, tan celoso de su dibujo y poco amigo de los cambios. Entró Unai Núñez por Córdoba y pasó a jugar en la zaga, con lo que se perdió una posición en ataque y se pobló la línea de centrales, aunque Yeray se ubicó un poco más adelantado que Núñez e Íñigo Martínez. Acaso fuera un conjuro para revertir un resultado pesado.
A los 68 minutos ingresó Mikel San José por Oihan Sancet: más marca, menos fútbol. Las soluciones de remontada podían llegar por jugadas de balón parado o por intentos individuales o acaso combinaciones más o menos trabajadas.
El Athletic quería, pero no podía. En conjunto, al menos: en lo individual había algunos intentos de poder. Como el de Yuri, que puso la casta futbolística y marcó a los 74 minutos de un disparo de larga distancia: fuerte, con rabia, con ganas. A los 81 entró Larra por Capa: supuestamente era más fútbol y menos marca, más aportación en el ataque, sin embargo, fue poco el margen de tiempo.
Sencillamente, faltó el resultado pese al empuje que el Athletic dio a la remontada. El Betis hizo sus deberes oportuna y pertinentemente en el campo: tres ataques, tres goles; y todo en 20 minutos. El Athletic, en cambio, se llevó sus tareas al próximo entrenamiento. Fue sólo un tropiezo, pero toca reflexionar pensando en el próximo compromiso liguero ante el Eibar.
Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz
