Corren malos tiempos, Athletic
Desde el desahogo que produce la victoria del Athletic Club frente al Girona, el volver a ilusionarnos y empezar a creer en que esto va a ser algo nada transitorio, no estaría de más hacer una reflexión del por qué hemos llegado a esta situación.
Corría la última temporada de Ernesto Valverde y, más concretamente la segunda vuelta, cuando el equipo daba muestras de falta de frescura y cierto agotamiento, y no en lo físico, sino más bien en lo mental.
Aquí, entra la figura del Kuko Ziganda, hombre de la casa querido y respetado, al que ciertamente el club y, más en concreto, el director deportivo se encargó de poner palos en la rueda: ninguna incorporación cuando era palpable que este Athletic necesitaba aire fresco y muy poco apoyo desde la institución.
Siendo un hombre de casa y con un bagaje como jugador y como técnico del filial que ya lo quisieran la mayoría, muchos se preguntan que si muchas de las decisiones que tomo el ya destituido Eduardo Berizzo, las hubiera tomado el Kuko, no me lo puedo imaginar cómo acaba.
Algo nos pasa con los entrenadores de la casa, la paciencia se reduce al mínimo y el nivel de exigencia al máximo, algo nos deberíamos hacer mirar al respecto.
En estas llega Eduardo Berizzo, objeto de deseo del director deportivo desde hace años. Una idea de juego atractiva, un profesional que viene precedido de hacer un buen trabajo en el Celta,... Se fichan jugadores, con un coste económico importante, quizás en las zonas donde más problemas tiene este equipo, y es de tres cuartos en adelante en donde no hemos conseguido: ni incorporar jugadores, ni ver que Lezama, hoy por hoy y a muy corto plazo, nos los vaya a dar.
La cruda realidad es que ni el Toto dio con la tecla, ni los jugadores fueron capaces de entender el discurso. ¿Conclusión? Destitución del míster argentino al canto.
Ahora llega el turno de Gaizka Garitano y Patxi Ferreira. Buenos entrenadores, de la casa y con conocimiento suficiente de la plantilla como para sacar esto adelante, a poco que la suerte les acompañe y el personal tenga claro que esto va a ser un trayecto largo y duro. Démosles el tiempo y el cariño necesario, porque entre todos esto lo sacaremos adelante.
¿Y Lezama, qué?
Al hilo de Lezama y de futuros jugadores que yo pienso que darán el salto al primer equipo, espero que el nuevo presidente sea consciente de lo que es Lezama. Lo que significa para el Athletic y que se le dé un cambio radical a la forma de trabajar, para hacerlo con las personas adecuadas para ese trabajo, que las hay en Bizkaia y muy buenos.
De este tema y el electoral tendremos más tiempo para debatir. Ahora lo importante es salir de donde estamos inmersos y esperar que corran mejores tiempos.
Por Jesús Barrientos, entrenador de fútbol.
