El Cádiz y el Deportivo, en las antípodas por los arbitrajes

El partido del sábado entre el Cádiz CF y el Deportivo ha provocado el enfado del club gallego porque considera que el arbitraje de Arcediano Monescillo favoreció a los gaditanos. El Deportivo considera que no le pitaron dos penaltis a favor, uno sobre el venezolano Christian Santos y otro por una mano que, a su juicio, se produce en el área y no fuera de ella, como lo entendieron el colegiado del choque y el videoarbitraje (VAR). Los gallegos se quejan amargamente y el Cádiz guardó silencio tras lo acontecido en Alcorcón.

El club gallego señala en su web oficial que hubo "dos penaltis no señalados: uno no advertido por el VAR pese a su claridad y el segundo señalado fuera del área cuando la mano es dentro". Así lo señalaba en la crónica que la entidad herculina publicó minutos después de que finalizara el encuentro en el estadio Ramón de Carranza.

Según la versión del Dépor, "el VAR no fue capaz de advertir a Arcediano Monescillo de un penalti flagrante sobre Christian Santos que casi pierde la camiseta del agarrón que lo mandó al suelo en busca del remate". El cadista Juan Cala habló sobre la jugada al término del partido y le quitó hierro: "Me dicen que la han repetido mil veces y me gustaría que cuando sea a nuestro favor también la repitan tantas veces. El árbitro en el campo ha considerado que el agarrón mutuo no merecía nada más".

Posteriormente, a quince minutos del final, el VAR estimó que la mano de un defensor del Cádiz se produjo fuera del área. No obstante, el Dépor considera que debería haberse señalado el lanzamiento desde el punto de penalti. "El VAR revisó porque era sobre la línea frontal del área y las repeticiones evidencian que el defensor está dentro del área", argumenta el club blanquiazul en su crónica. El árbitro amonestó a Marcos Mauro en esa jugada por "jugar el balón con el brazo, cortando una jugada del equipo adversario y evitando con ello un disparo a puerta".

Cabe recordar que el Cádiz venía de perder en Alcorcón en un partido donde sufrió la expulsión de tres jugadores y donde se le señalaron dos penaltis en contra. El club optó por no hacer declaraciones altisonantes a pesar del evidente perjuicio.