La RFAF castiga a los agresores en el fútbol con sanciones de 50 partidos
El Comité de Competición Provincial de la delegación de la RFAF en Cádiz sancionó ayer con 47 partidos a un futbolista del C.D. Jédula como autor de una agresión a un árbitro asistente en el partido de Primera Andaluza Sénior que enfrentaba a Recreativo Portuense y Jédula, disputado el pasado domingo 12 de febrero en El Puerto de Santa María.
La resolución del Comité Provincial de Cádiz impone al jugador 40 partidos de suspensión por la agresión al árbitro, otros 5 partidos por producirse violentamente en otra acción que no llega a ser agresión y otros 2 partidos más por desconsideración al colegiado del encuentro. Asimismo, el Comité ha sancionado al club visitante, C.D. Jédula, con la pérdida de un punto en la clasificación por este hecho de gravedad (Artículos 75 y 76 del Código de Justicia Deportiva de la RFAF).
Esta importante sanción es una prueba más de la firmeza con la que la Real Federación Andaluza de Fútbol sanciona las acciones violentas y agresiones (físicas o verbales) dentro del terreno de juego, objeto de su competencia, especialmente si tienen como víctima al árbitro del encuentro, con agravantes en casos de racismo, xenofobia y homofobia.
Hace poco menos de un mes fue el Comité de Competición Provincial de Sevilla el que impuso otra severa sanción a cinco integrantes del C.D. San Martín, que milita en la Cuarta División Andaluza Sénior, con 51 partidos de suspensión a cada uno por otra agresión a un árbitro. Se trataba de cuatro futbolistas y el entrenador del mencionado club, atendiendo al parte de 18 días de baja presentado por el árbitro producido a consecuencia de las lesiones por la agresión.
En el año 2013 otra agresión a un árbitro le supuso a tres jugadores sénior del Marchena Balompié la sanción de cuatro años alejados de los terrenos de juego por un parte de baja de 90 días ocasionado al colegiado.
La Real Federación Andaluza de Fútbol, además de estas férreas sanciones deportivas para los agresores, ha comenzado una campaña de ‘Fair Play’ bajo el eslogan “Violencia en positivo”, mediante la cual pretende resaltar las acciones positivas realizadas por jugadores, entrenadores, árbitros o clubes en pro del juego limpio y contra la violencia, por contraposición a la corriente actual de dar un protagonismo desmedido al hecho violento y al agresor de forma inmerecida. La RFAF tiene en marcha una serie de medidas preventivas, que implementan las sancionadoras, para ayudar a combatir la violencia, como son la Tarjeta Verde, para resaltar hechos de juego limpio, la Escuela de Padres o las redacciones de arrepentimiento para pequeños futbolistas como eximentes de una sanción en acciones de carácter leve (Artículo 80 del Código de Justicia Deportiva de la RFAF). La RFAF también recoge en su Reglamento desde hace años la suma de puntos a la clasificación de un club como premio al Juego Limpio, caso contrario a su pérdida por acciones violentas.
