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Su pita madre

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Juan Carlos Aragón

Mira, primo, si tú eres patriota lo respeto, pero no puedo compartirlo –y, créeme, que siempre lo he deseado. Desde niño envidié el sentimiento nacional que inundaba a los rivales de nuestra selección. Cuando sonaba su himno antes del partido, se ponían la mano en el corazón y lo cantaban como si fuera la comparsa de Antonio Martín. Los nuestros no se sabían la letra y/o les daba vergüenza cantarla. Muy razonable la vergüenza, por cierto: no sé si era mayor la catástrofe ideológica o la literaria cada vez que se encaraba el jodido texto del himno. Musicalmente, también era un espanto. Ahora, con el texto actual (el improvisado “¡Oh-oh-oh...!” de rima cruzada A-a-A-a) el escándalo armónico se multiplica.

Pero cuando un himno no se siente, no es por una cuestión artística, sino emocional. España no es una nación. Es un país. No es lo mismo, ni es igual. La nación es natural y responde a la demanda sentimental del propio volkgeist (espíritu del pueblo). El país es artificial y responde ante todo a intereses de Estado, que no suelen coincidir con los del pueblo. No sé tú, primo, pero eso lo veíamos ya desde niños con lo de las camisetas. Le pedíamos a los Reyes la de Brasil, la de la Holanda, la de Argentina, la de Alemania, la de Italia, mucho antes que la de España. O la de nuestro equipo grande. O la de nuestra patria chica, aunque jugara en segunda. La roja sólo se agotó el 10 de julio de 2012, en parte porque lo necesitábamos, en parte porque somos unos noveleros. Pero ya está guardada. ¿Cuántos se la ponen ahora? En la cancha de abajo de mi casa, las únicas rojas que se ven son del Liverpool o del United. 
La explicación no es deportiva, sino política. Para sentir una patria como seña de identidad colectiva es necesario que el colectivo se identifique con y en la patria, por definición. Y en todo caso, jamás incluye a los que no la quieren. Eso en nuestro controvertido país no ocurre. No es un problema porque no tiene solución. Es más bien una lástima, ya que la patria siempre ha sido uno de los elementos mayores para la donación de sentido colectivo e individual. Si no, que se lo pregunten a otros pueblos. En España, la identidad con la patria alcanza el rango de anhelo, pero ni roza el de realidad. Es una ficción. Es un deseo. Es imposible. Y además se cuestiona la figura del rey. Menos mal que la parienta, siendo plebeya y del gremio, ha sido la única con agallas para poner firme a El Largo. Pero ni por esa.
Este querer y no poder alcanza su máxima expresión cada vez que nos toca un Barça-Bilbao como final de la Copa. Ya sabemos que van a abuchear el himno, la bandera y al rey cuya copa se terminará llevando uno de los dos. Y no podremos evitarlo. Aunque inmoral, no deja de ser lógico. Los nacionalismos excluyentes son etnocéntricos (catetos), ancestrales y prebélicos. Pero responden a una emoción pura o adquirida -da igual- y, como tal, no se pueden reconducir. Así que, a quien presuma de relativista, moderno y pacífico, le aconsejo que no se indigne porque es pa ná. Y en cuanto al partido, que gane el espectáculo y que pierda el peor. Y que viva el Cádiz, que es lo único que me queda.
JUAN CARLOS ARAGÓN (@CAPITANVENEN0)

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  1. Carmen

    Respeto tu opinión, pero en cuestión de sentimientos nadie manda en nadie y yo me siento muy orgullosa de mi país, de mi patria, de mi bandera y de mi himno, y aunque el sistema político actual no me representa siempre voy a sentirme orgullosa de ser Española. PD: las camisetas de la selección se agotaron el 11 de julio de 2010 si mal no recuerdo, la fecha que has puesto no se corresponde a ningun evento.

  2. Puly López

    No tiene razón en nada de lo que escribe este señor. Estados Unidos es una nación nueva y mira. Todo esta en lo que le inculques a las generaciones venideras. Que levante la mano quien dio la historia de España en la educación básica? Nadie, no? Aquí no interesa. Tenemos 17 reinos de taifas, nos venden otra cosa. Eso es de franquistas. Mira Cataluña con las generaciones nacidas en la España de las CCAA.La educación lo es todo. Ahora están recogiendo los frutos y los votos. Soy gaditano de provincia, campo gibraltareño, andaluz. Pero por encima de todo soy español. Ahhh! Y si el Cadiz es lo ultimo que le queda será por que tu quieres, esta la Real Balompedica linense, Algeciras CF, Jerez,... Son equipos de nuestra tierra!! O tampoco es tu tierra? Igual es tu país y tu nación es el barrio de la viña.

  3. un millonario

    Grande juan.Carlos cómo.siempre no.se puede definir.mejor, eres un.crack

  4. Paco

    Tengo claro que no veré ese partido.

  5. Paco

    Que pinta este cólega en el Desmarque de Málaga?

  6. Agujetas

    Soberbia definición del problema de la unidad de España, breve, concisa y acertada. Nación no es país y mucho menos Estado. Aunque a veces coincidan.Se nota la experiencia del articulista en el ámbito de la filosofía. Enhorabuena.

  7. Armando

    Juan Carlos ,me alegra poder leer un a un señor al que admiro .

  8. miguel

    Vaya nivelito, no sabe escribir, ¿este es el fichaje estrella del eldesmarque?

  9. Salvador Sánchez

    Grande Juan Carlos Aragón. Como siempre.

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