El colombiano Egan Bernal, que disputará este sábado la Clásica de San Sebastián, ha asegurado que no piensa mucho en la presión que supone haber ganado el último Tour de Francia con tan solo 22 años, sino que su aspiración es "correr y ser feliz en la bicicleta".
"Me pagan por montar en bicicleta, entrenar, y quiero seguir disfrutando de ello, de la adrenalina de correr, de preparar la competencia y del susto cuando el entrenador te va a tomar los pliegues de grasa", ha comentado el deportista este viernes en rueda de prensa.
Bernal, primer colombiano en vencer en la ronda gala, el tercero más joven de toda la historia de la carrera, ha afirmado que no ve "la hora" de llegar a su país, viaje para el que aún no tiene fecha de partida, aunque sabe que el 7 de agosto ya estará allí.
"Va a ser algo muy especial, algo muy bonito, la primera vez que un colombiano viste la camiseta amarilla. Habrá mucha gente en mi pueblo, esperemos que todo salga bien. Soy muy feliz y no veo la hora de llegar a Colombia", ha manifestado.
Bernal ha dicho que todavía no ha asimilado la victoria en el Tour del pasado domingo porque ha estado "tan a tope" estos días que no ha tenido tiempo para "asentarse" y "saber lo que pasó".
"Necesito un par de días en mi casa, volver a mi vida normal, y ahí me daré cuenta de que lo que he conseguido es algo muy importante. No he parado, no he tenido mucho tiempo, espero disfrutarlo", ha señalado el ciclista.
Además de correr en Bélgica tras el Tour, disputará este sábado la Clásica de San Sebastián, una prueba "que tiene mucho prestigio" y en la que tenía pensado participar desde un principio. Lo hace también por su entrenador, el vizcaíno Xabier Artetxe.
"Espero terminarla", ha indicado el corredor, en referencia a la edición de 2018, en que no pudo concluirla porque acabó entre el grupo de favoritos que terminaron implicados en una caída a pocos kilómetros de la meta.
Al vencedor del pasado año y quinto clasificado en este último Tour, el francés Julian Alaphilippe, le vuelve a ver como favorito para esta Clásica, al igual que al español Alejandro Valverde, "que siempre sorprende", y a Mikel Landa, al que ha visto "muy fuerte" en la última parte de la ronda gala.
No cree que Alaphilippe lo tome como "una revancha" porque el Tour "es diferente" y a estas alturas cree que "ya todo los corredores han pasado página".
"La Clásica es una carrera que le viene bien a él, es uno de los favoritos, depende de cómo se haya cuidado después del Tour. Si se ha estado manteniendo, lo hará bien. Espero le salgan bien las cosas, se lo merece", ha destacado.
Él confía en "dar espectáculo" en esta prueba, que también espera disfrutar porque cuenta con "una afición muy bonita",
Espera además que la carrera femenina, que se celebra por primera vez, "salga bien" para que pueda seguir celebrándose en ediciones posteriores. Cree que pruebas como ésta ayudan "muchísimo" al ciclismo femenino.
También ha tenido buenas palabras para su compañero en el Tour Geraint Thomas. Ha resaltado que desde un comienzo el galés se mostró "muy honesto" y dispuesto a ayudarle.
Dice que pensaron como equipo y que lo importante era que ganara Team Ineos, que no podían dejar escapar el Tour por una cuestión de egos o de nacionalidad.
"Estoy muy agradecido, porque si hubiera estado él, yo no habría podido ganar, demostró mucho carácter. Si él dice espérame, habría tenido que esperarlo", ha añadido.
En sus planes nada ha cambiado, quiere mantener su calendario y disputar las clásicas de Italia, que le gustan mucho, y acabar con la de Lombardía. No desea que el haber subido a lo más alto del podio en París le cambie su "forma de competir".