El esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma), líder de la Vuelta 2019, se mostró confiado en mantener el jersey rojo ante el complicado final de la duodécima etapa este jueves en Bilbao, en el que los ciclistas afrontarán tres cortas y duras ascensiones en los últimos kilómetros.
"No creo que sufra más en Bilbao de lo que lo he hecho en las etapas anteriores de alta montaña. Normalmente no tengo problemas en las subidas cortas", dijo el líder de la carrera española.
Para el exsaltador de esquí lo importante es haber superado su primer día de líder sin problemas. "Ahora toca descansar y ya veremos qué pasa mañana", señaló.
Hasta ahora, junto al irlandés Nicolas Roche (Sunweb), que abandonó en la sexta etapa después de haber sido líder tres días, el esloveno es el único de los seis ciclistas que se han vestido de rojo que ha aguantado más de una jornada seguida al frente de la clasificación.
Después de la dura etapa de Andorra, la jornada de descanso y la contrarreloj individual de Pau (Francia), el esloveno explicó que la etapa de este miércoles comenzó "muy rápida, pero una vez que se formó la escapada el día fue tranquilo".
También valoró el "gran trabajo" que durante todo el recorrido de 180 kilómetros entre Saint Palais (Francia) y Urdax Dantxarinea hicieron sus compañeros de equipo "al frente del pelotón".
"Mi compañero de habitación Tony Martin tiró muchísimo, junto a Lennard Hosftede, que le acompañó en el trabajo en el llano, mientras que Sepp Kuss y George Bennett son más escaladores y Neilson Powless y Robert Gesink más todoterrenos", comentó.
"Ya hemos pasado el día. Ahora toca descansar y ya veremos qué pasa mañana. No creo que sufra más mañana que en la alta montaña; normalmente no tengo problemas en las subidas cortas", subrayó.