El francés Christophe Laporte se alzó con la victoria en la Gante-Wevelgem tras una nueva exhibición del equipo Jumbo-Visma, que dominó a su antojo una carrera que se encargó de dinamitar a falta de 50 kilómetros para la línea de meta el belga Wout van Aert, que cedió la victoria a su compañero de equipo.
Si el pasado viernes Van Aert se impuso en la E3 Saxo Classic en un duelo de gigantes con el neerlandés Mathieu van der Poel y el esloveno Tadej Pogacar, este domingo la superestrella belga no dudó en convertirse en un "gregario" de lujo para Christophe Laporte.
A falta de cincuenta kilómetros para la línea de meta, en el segundo paso por el Kemmelberg, un muro de 1.400 metros con un desnivel medio del 6,6 por ciento y rampas hasta del 13 por ciento, Van Aert destrozó el pelotón con una imponente aceleración que sólo pudo aguantar su compañero de equipo.
Toda una exhibición del Jumbo-Visma, que horas antes se había apuntado el triunfo en la clasificación general de la Volta a Cataluña con el esloveno Primoz Roglic, otra de las estrellas del conjunto neerlandés.
Da igual que sea una "grande", una ronda por etapas o una clásica, como la Gante-Wevelgem, el hambre de victorias del Jumbo-Visma parece insaciable.
Tal y como dejó claro ese domingo Wout van Aert, que tras romper la carrera no dejó de tirar y tirar hasta alcanzar una diferencia de más de dos minutos a falto de 18 kilómetros para la conclusión que aseguraba el triunfo al los corredores del equipo neerlandés.
La duda era saber si Van Aert y Laporte se disputarían la victoria al esprint o si Van Aert, como finalmente sucedió, cedería el primer escalón del podio al ciclista francés, que sumó su primer triunfo del curso.
Tras afrontar los últimos metros abrazados Wout Van Aert dejó la primera plaza a Laporte, que aplaudió el gesto de su compañero, antes de parar el crono un tiempo de 5h 49.39, casi dos minutos menos -1:56- que el tercer clasificado, el belga Sep Vanmarcke (Israe-Premier Tech), que se impuso al esprint en el reducido grupo de perseguidores.