El danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) confirmó su favoritismo para la última etapa de la 62 Itzulia Basque Country y remató la faena en la carrera vasca con un tercera victoria parcial, esta en solitario, para acompañar a una general en la que hasta el último día tuvo la competencia de Mikel Landa (Bahrain-Victorious).
El corredor nórdico, aunque "sin ningún problema con el calor" de estos días, dio la puntilla a la prueba con un exhibición en la última jornada con salida y llegada en Eibar que le ratificó como el mejor en una de sus "carreras favoritas". Una Itzulia en la que vence por primera vez y sucede en el palmarés a ciclistas de la entidad de, entre los últimos destacados que se calzaron la 'txapela' de ganador, Primoz Roglic, Alberto Contador o Alejandro Valverde.
Este sábado, en una etapa corta y explosiva con 137,8 kilómetros y siete puertos puntuables, tres de Primera, se impuso al estilo de los nuevos tiempos, con un ataque a casi 30 kms. de meta y menos de un minuto de ventaja en la llegada a sus perseguidores porque se relajó en los últimos metros celebrando la victoria.
Segundo en la etapa fue el británico James Knox (Soudal Quick-Step), a 47, y tercero ganador de 2019, Ion Izagirre (Cofidis), a quien los 4 segundos de bonificación le dan un lugar en el podio de la general. Como dejó claro la alegría que mostró el guipuzcoano en meta encabezando el pequeño grupos seguidor.
Junto a Izagirre, tercero a 1.29, acompañó a Vingegaard en el podio definitivo Landa, segundo a 1.12. Cuarto, quinto y sexto fueron el francés David Gaudu (Groupama-FDJ), el español Enric Mas (Movistar) y el colombiano Sergio Higuita (BORA), a 1.31, 1.36 y 1.37, respectivamente.
Vingegaard ha vencido a la manera de los Tadej Pogacar, Wout van Aert, Mathieu van der Poel y Remco Evenepoel, la nueva generación que está poniendo patas arriba todos los libros y todos los cánones de la historia ciclista.
Lo de este sábado lo hubiese firmado cualquiera de los componentes de tan ya ilustre 'repoker' de corredores que está marcando los nuevos tiempos. En los que también cabe la imagen que ofreció el ganador a un kilómetro de meta, mirando a la cámara de televisión sonriendo y mandando besos a todos los que se alegran con él. Que seguro serán muchos ante su enorme superioridad y el espectáculo dado.
No era para menos su celebración tras su ataque a 28 kilómetros de meta en el que intentó seguirle Mas. Pero el líder del Movistar no pudo mantener su rueda y tuvo que refugiarse en el grupo perseguidor, lo que acabó con sus opciones de un podio que premió al ciclismo vasco.
A Landa, claramente el segundo más fuerte de la carrera y ratificado por la clasificación; y a Ion Izagirre, tan contento como Vingegaard en la línea meta ratificando con una tercera plaza uno nuevo podio que sumar a sus cuatro anteriores, entre ellos el de la victoria en 2019. Sin embargo, no podrá cumplir las palabras que dijo tras ganar en la primera etapa.
Tando Mas como Landa e Izagirre atacaron en los últimos kilómetros, pero sin pensar siquiera en llegar a un líder cuyo equipo, el Jumbo, dominó la carrera a su antojo táctica y físicamente.
En la etapa de este sábado, tras unos intentos iniciales, se formó una escapada de nueve corredores, que luego se amplió a doce con el ganador del año pasado, Daniel Martinez (Ineos) y dos corredores del líder, Steven Kruijswijk y Attila Valter (Jumbo).
La fuga se acercó a los tres minutos antes de ir perdiendo unidades y ante el trabajo por detrás de Hermann Pernsteiner (Bahrain) en favor de su líder Landa.
Superado Krabelin, una de las vertientes para subir a Arrate, se quedaron por delante se quedaron en cabeza Chaves, Kruijswijk y Guerreiro, a los que se unieron Attila Valter, lugarteniente de Vingegaard, y Mauro Schmid.
Al suizo del Soudal Quick-Step no le pareció suficiente, atacó y se fue solo por delante. Lo que preocupó al Jumbo, ya que estaba a solo 1.40 del danés. Aunque no demasiado, como demostró inmediatamente dando el latigazo con el que sentenció una carrera que casi tenía en el bolsillo y que dominó con la mano de hierro que hiciera en O Camiño, en la que también se llevó tres etapas y la general.
El mejor legado posible del danés de cara a su regreso a tierras vascas en julio para la edición del Tour de Francia. Que saldrá de Bilbao y de cara al cual ha avisado a su gran rival, Pogacar, que está en su mismo modo: el de aplastar a sus rivales con exhibiciones impresionantes. La de hoy camino de Eibar se recordará tiempo y avanza lo mejor para dentro de tres meses.