Lester Fernández es una persona con un 81% de discapacidad y ha decidido emprender el reto de terminar la Skoda Titan Desert Morocco. Quiere servir de ejemplo y demostrar que los discapacitados también pueden hacer lo que se propongan si de verdad lo desean.
"Soy Lester Fernández, tengo un 81 por ciento de discapacidad física y quiero terminar la Titan Desert para demostrar que las personas con discapacidad podemos tener sueños y superar retos". Palabra de un titán cubano que desde hoy afronta las 6 etapas del "Dakar" de la BTT por el desierto marroquí.
El proyecto "Happy Wheels" que lidera Lester busca ayudar a personas discapacitadas mediante el deporte y las salidas cicloturistas.
En la historia de las 17 ediciones de la Titan Desert Marruecos han sorprendido muchas historias de superación y numerosos ciclistas cuyo objetivo es recaudar fondos para investigación y dar visibilidad a enfermedades minoritarias o causas solidarias.
Los protagonistas son deportistas anónimos que alguna vez han soñado con completar este mayúsculo reto con un fin que va más allá de lo deportivo. En esta edición, Lester Fernández, quiere escribir una de las páginas de oro en el libro de la Titan con un objetivo: “demostrar que las personas con discapacidad podemos tener sueños y superar retos. El que no lo intente, no existe".
"Quiero mandar un mensaje de que tenemos que tirar para adelante. Me gustaría dar algo de luz a las personas que lo tienen más complicado”, señala Lester en el campamento de Boumalne Dades.
El ciclista no para de sonreír, su vitalidad no conoce límites. Sin ir más lejos, este domingo ha completado una jornada de montaña de 90 km y más de 2.000 metros de desnivel de las que agotan a cualquiera. La dificultad añadida por su físico no le resta un ápice de coraje e ilusión.
“Tengo el 81% de discapacidad en mi cuerpo y no puedo caminar. En 2009 y en 2011 sufrí varios ictus. En 2014, la necrosis de mi pierna izquierda debido a una infección tras una operación de tibia y peroné debido a una alergia a los metales. Y en 2020 fui atropellado por un coche, lo que me perjudicó enormemente mi movilidad”, comenta.
Apenas puede andar 20 o 30 metros con muchísimo esfuerzo y ayuda de dos muletas. Es sobre dos ruedas donde es feliz. Las de la silla de ruedas que le facilita su vida diaria y las de la bicicleta, construida a medida para la Titan, con las que recupera la ilusión de aquel niño de nueve años que empezaba a disfrutar con el ciclismo.
“Es mi pasión. Amo este deporte desde pequeño. He participado en muchas carreras, pero mi mayor reto es acabar la Škoda Titan Desert Marruecos, una de las carreras más duras del mundo” y añade que “quiero hacer las cosas bien, antes, durante y después de la carrera.
"Tengo un proyecto, Happy Wheels, con el que ayudar mediante salidas cicloturísticas a personas que se encuentran en situación similar a la mía y que puedan conllevar mejor su discapacidad mediante el deporte”.
Lester se ha entrenado para la Titan en el centro Pont Isidre Esteve.
“Con ellos vi que mi mejoría era brutal, me sentía muy bien. Les comenté a los entrenadores que mi sueño era hacer la Titan Desert y me dijeron ¿Por qué no? Que, si era mi sueño, con trabajo podría conseguirlo. Y desde entonces, no he parado. Me ayuda también entrenar en el equipo de Waterpolo Ability del Club Natació Barcelona con el fisioterapeuta Rafa Nadal, con el que hago ejercicios de robótica en su clínica Healthsystem, en Cabrera de Mar”, explica.
Con el reto en la cabeza, Lester presentó su proyecto Happy Wheels a las becas que patrocina KH-7, y fue uno de los más votados.
"Mi candidatura pasó a la final y me eligieron como uno de los tres ganadores, con lo que en tres semanas estaré en el desierto. Mi objetivo es acabarla, ser finisher. Mi principal miedo está en la parte de poder caminar. Yo lo llevo con mucha dificultad, paso mucho trabajo en mover mis piernas y esto es el mayor reto con el que me voy a encontrar en mi vida”.