El colombiano Einer Rubio ofreció un buen regalo a Movistar con la victoria en la decimotercera etapa del Giro de Italia disputada entre Le Châble y Crans-Montana, recortada a 74.6 km por el mal tiempo, en la que los favoritos no aparecieron y se mantuvo la general intacta con el britanico Geraint Thomas (Ineos) de maglia rosa.
Einer Rubio (Chiquiza, 25 años), logró su primera victoria en el World Tour con un comportamiento inteligente en la subida a Crans Montana, donde se pegó a la rueda del francés Pinot y del ecuatoriano Jefferson Cepeda para hacer valer la escapada y rematar a ambos en la recta de meta, con la ley del mínimo esfuerzo.
El ciclista boyacense, quien se presentó en sociedad ganando una etapa en el Tour de los UAE, atacó a 200 metros de meta, abrió un pequeño hueco y aún tuvo tiempo para recrearse brazos en alto, celebrando el triunfo logrado con un tiempo de 2h.16.22. Detrás, bastante frustrado después de mil ataques, Pinot, segundo, y más atrás Cepeda. Los tres grandes protagonistas de la jornada.
El grupo de favoritos no se movió en todo el día. El Ineos de Thomas marcó la pauta y el Jumbo de Roglic aceptó, así que llegaron a meta tal y como salieron de Le Châble: juntos. Por lo tanto la general no se movió. El galés sigue de rosa con 2 segundos sobre el esloveno y 22 respecto al portugués Joao Almeida (UAE Emirates).
SALIDA EXPLOSIVA, SE FORMA LA FUGA CON EINER RUBIO
Jornada mutilada en dos ocasiones, por las nevadas primero y por las lluvias torrenciales después. En la salida reunión de corredores bajo el aguacero y traslado a suelo suizo para dar comienzo a una etapa que tenía previsto el terrible ascenso al Gran San Bernardo, y que finalmente redujo las expectativas iniciales a un tercio del trayecto inicial.
En el menú suizo 100 por cien quedaron dos puertos, la Croix de Coeur (15.5 km al 8.6%) y el que conducía a meta, Crans Montana (12.9 km al 7.2%). La salida se tomó en Le Châble, pueblo situado bajo la estación de esquí de Verbier. El esperado duelo entre Thomas y Roglic se comprimió a un escenario minúsculo, pero suficiente.
A las 15 horas salió el pelotón disparado cuesta arriba en la Coix de Coeur. Múltiples ataques, nervios y muchos corredores interesados en abrir hueco. Quedaron por delante 4 hombres: el colombiano del Movistar Einer Rubio, el francés Pinot, el ecuatoriano Cepeda y el canadiense Gee.
Pinot coronó en cabeza el puerto situado a 2.100 metros de altitud, dando otro paso a su objetivo del maillot de la montaña. El grupo principal remolcado por el Ineos de Thomas y con el Jumbo de Roglic siguiendo rueda, pasó por el alto a 2 minutos. De momento pacto de no agresión, tranquilidad en espera de Crans Montana.
PINOT ATACA SIN ÉXITO, EINER RUBIO PREMIO A LA INTELIGENCIA
La renta aumentó en el descenso y en la zona llana de 20 km hasta el pie de Crans Montana, donde el cuarteto en fuga contaba con 3 minutos a 13 de meta. Pinot, fiel a su estilo, subió a tirones, con cortos acelerones que no descolgaban a sus rivales. El francés marchaba desatado, obsesionado con la victoria de etapa, con 5-6 ataques estériles.
No paró Pinot de atacar, ni de reprochar a Cepeda, sobre todo, su poco afán colaborador. Rubio se llevó pocas broncas del galo, ya que bastante tenía con hacer la goma de atrás a delante. Fue imposible qu nadie se destacara. Todo estaba muy controlado.
Lo llegaron a intentar el propio Rubio y Cepeda, pero Pinot tampoco permitió que lo dejaran plantado. Mientras el francés y Cepeda discutían, Rubio reservaba esas fuerzas para el momento oportuno, calladito hasta la recta de meta.
La suerte estaba echada: solución al esprint. Con la línea a la vista atacó primero Cepeda sin demasiada convicción, de manera que apareció la frágil figura de Einer Rubio, en un alarde de potencia, para llevarse su primera victoria en una grande con considerable facilidad.
"Pinot y Cepeda iban fuertes, pero dejé que se movieran para jugar mi estrategia y todo salió perfecto". La táctica de la paciencia y la táctica correcta llevó la gloria a las filas del Movistar con Einer Rubio. El más inteligente.
Este sábado se disputa la decimocuarta etapa entre Sierre y Cassano Magnago, de 194 km. Jornada unipuerto con la subida del Passo del Sempione (1a, 19,9 km al 6,6 por ciento). Los últimos 100 km son completamente llanos. Los esprinters que superen la subida tendrán voz y voto.