Tadej Pogacar no ha podido seguir el ritmo de Jonas Vingegaard. Tras más de medio Tour de Francia con una lucha heroica entre ambos, el esloveno ha caído. No ha podido mantener la batalla aunque su entrenador, el español Íñigo San Millán, parece que ya esperaba esto.
Para él, un segundo puesto de Pogacar "sería una gran logro", ya que no ha podido prepararse correctamente para el Tour. Y es que el esloveno "solo pudo hacer tres buenas semanas de trabajo en junio", a causa de la lesión que sufrió en la carrera Lieja-Bastoña.
"Hay que poner las cosas en perspectiva. Parece un gran fracaso, pero en realidad es un gran logro", asegura San Millán refiriéndose segundo puesto que ocupa actualmente Tadej Pogacar.
El técnico admite que el doble ganador del Tour no pudo adquirir su mejor forma después de sufrir una fractura de escafoides en la Lieja-Bastoña.
"Tratábamos de mantenernos optimistas, pero sabíamos en el fondo que teníamos que mantener la cautela. Su caída en Lieja le obligó a empezar de cero, o casi. Perdió tres semanas de entrenamientos en mayo y solo pudo hacer tres buenas semanas de trabajo en junio. Si tenemos en cuenta los días de descanso, Tadej solo entrenó como es debido quince días antes de este verano. Sabíamos que iba a ser limitado”, añade Iñigo San Millan en L'Equipe.
En la formación del UAE se daría por bueno el hecho de obtener dos plazas en el podio con Pogacar y el británico Adam Yates, tres días de París segundo y tercero respectivamente.
El ciclista esloveno mantuvo la batalla con un Jonas Vingegaard sorprendido durante la primera parte del Tour. Pogacar dejaba ataques para el recuerdo hasta la crono del 18 de julio, cuando el belga dio la machada.
Tras ello, la etapa del día después comenzó de la peor manera para Pogacar. Sufrió una caída al inicio tras hacer 'el afilador' con un corredor de delante. Tras ello, el ritmo fue muy inferior al de Vingegaard. Pogacar admitía por la radio que no podía más, terminando así con un duelo apasionante antes de tiempo.