El ciclista donostiarra Markel Irizar dio una lección de vitalidad en el encuentro ‘El deporte va por barrios’ –siempre con la ayuda de la Fundación “la Caixa” a través de CaixaBank– , con la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga (APDM). Ante un pobladísimo Salón de Actos del Hospital Materno-Infantil de Málaga, el actual mánager del Lidl-Trek Development Team vasco se desnudó en el sentido figurado y regaló 90 minutos de pura vida. Se trajo Irizar desde Bilbao a Málaga una experiencia vital, la de pasar un cáncer con todas sus vicisitudes; y una mochila de lecciones, de vivencias, de aprendizajes en los que el deporte ayudó a la vida y la vida al deporte.
"No cambiaría nada de lo que me ha pasado porque ha sido una universidad, mi mejor universidad. Si pudiera elegir recuperaría a mi padre, que se suicidó cuando tenía 18 años y sufrió alcoholismo", fueron algunos de los titulares que dejó ‘Bizipoz’ –palabra euskera con la que se le conoce a Markel Irizar y que significa la alegría de la vida. Irizar estuvo acompañado por el periodista Yiyi del Río, asociado de la APDM, que organiza este ciclo de encuentros. Del Río también sabe lo que es tutear al cáncer pues lo padeció siendo todavía un niño: “Nos saltamos las normas de los médicos, pero el enfermo necesita sentirse vivo y hacer cosas que realmente no debe”.
“Tengo que devolver a la sociedad lo que me ha dado a mí”, siguió Irizar, visiblemente emocionado por momentos y que caló en todos los presentes: "La vida ha sido muy dura durante más de veinte años y ahora me está devolviendo mucho. Sólo pido salud, estoy en un gran momento, con mi mujer y mis tres hijos”.
Enfatizó mucho el vasco en el valor de la familia: “Cuando me retiré le dije a mi mujer que ya no sería tan feliz y me equivoqué. Al día le saco 48 horas. Sólo por respeto a la gente que no lo ha podido superar tengo que comportarme con alegría y aportar todo lo que pueda. He convertido en filosofía de vida el no quejarme. Tengo muchos defectos, pero mi virtud es ver el vaso medio lleno, y si sobra agua repartiría a quien pueda ayudar. Me definiría como una persona muy agradecida por cómo me ha ido la vida".
Una de los pasajes más sonados en la vida de Markel Irizar fue su carta al ciclista Lance Armstrong cuando supo que tenía cáncer: "Le mandé una carta a Armstrong y me lo agradeció con una postal. Cuando un médico conocido nos puso en contacto Lance me escribió una carta de su mano, y a los años él me fichó para el Radioshack. Es verdad que hay cosas de Armstrong no han estado bien, pero yo me quedo con todo lo que me ayudó". También incidió en la importancia de someterse a controles: "Hay que hacer todas las revisiones. Hay gente que por vergüenza no se presenta para que no les vean los huevos. Y los médicos son superdotados y están para eso. Hay que ir por ti y por los que te rodean, el pronóstico puede ser peor si no vas".
El evento tuvo varios momentos emotivos, como el final, en el que Irizar leyó la carta que escribió cuando venció al cáncer, o algunas de las sorpresas que se incluyeron en el acto. Así, se descubrió por parte del pequeño Hugo, miembro de la Escuela Inclusiva de ‘Espíritu Deportivo’, club invitado al acto, el maillot con el que Markel Irizar ganó la Vuelta a Andalucía en 2011. También se escucharon testimonios en la sala de otros deportistas que superaron enfermedades oncológicas, como la extenista Carla Suárez, que grabó un vídeo de apoyo: “Les pido que no se rindan y no pierdan la esperanza”, o del jugador del UD Torre del Mar, Javi Fernández, que superó igualmente un tumor testicular: “No me atrevía a decírselo a mis padres y opté por suavizarlo diciendo que tenía un quiste”.