El francés Romain Bardet (DSM Firmenich) firmó una victoria de película, con intriga hasta el último metro, que le llevó a enfundarse el primer maillot amarillo de la 111 edición del Tour de Francia tras la etapa disputada entre Florencia y Rimini, de 206 kilómetros.
Aguantando una escapada que se iba extinguiendo a marchas forzadas, el dúo del DSM formado por Bardet y el neerlandés Frank Van der Broek llegó a meta con las manos en la cabeza, incrédulos, firmando una hazaña de película en la ciudad natal del legendario cineasta italiano Federico Fellini, ganador de 4 Oscars.
En el año de su retirada, en su último Tour, Bardet (Brioud, 33 años), quien tiene dos podios en el Tour de Francia, nunca había vestido el maillot amarillo. Y a la primera oportunidad llegó el sueño de su vida. Junto a su compañero, después de una escapada heroica, atravesó la meta con un tiempo de 5h.07.20.
El pelotón llegó tarde, concretamente a 5 segundos, con Wout Van Aert (Visma) al frente, seguido de Tadej Pogacar, con el español campeón nacional Alex Aranburu. El danés Pedersen, Evenepoel y Pello Bilbao cerraron el top 10.
Bonito final para Bardet, emocionado en meta. Cumplió un sueño muy antiguo. Ningún francés había vestido de amarillo desde Julian Alaphilippe en 2021.
"Es impresionante, un sueño, algo fabuloso. Además he ganado junto al compañero Van der Broeck. No tengo palabras, es algo que llevaba persiguiendo desde que empecé en el ciclismo", dijo Bardet en meta.
Para empezar el Tour una jornada "clásica" con 7 cotas apta para aventureros y pruebas para testar la forma de los favoritos. La calima, con 37 grados, marcó el trayecto que unió la monumental Florencia con Rimini, en la costa adriática de Emilia Romaña. Jornada explosiva para el inicio del pequeño "Giro de Francia", con un total de 3.800 metros de desnivel acumulado.
Temido primer asalto que nació movido nada más abandonar el pelotón la capital toscana. El español Raúl García Pierna (Arkea) alteró el orden, encendiendo una traca de ataques, aunque el madrileño no pudo entrar en la fuga definitiva con 9 hombres, donde estuvo atento Ion Izagirre, a pesar de que el vasco está compitiendo con una costilla roto desde su caída en la Vuelta a Suiza.
Izagirre coronó en cabeza el primer puerto de la presente edición, el Valico Tre Faggi (2a, 12,5 km al 5,4), así como el segundo, la Cota de Forche (3a), por lo que se convertía en virtual primer líder de la montaña, uno de sus objetivos en la presente edición.
La idea que tenía Izagirre de enfundarse el maillot de puntos rojos se esfumó por una caída en el descenso que lo eliminó de la aventura. Quedaron al frente Madouas, Gibbons, Bardet, Van der Broek y el noruego Abrahamsen, quien desplazó a Izagirre y se puso líder de la montaña coronando los altos de Carnaio y Barbotto.
El pelotón principal rodaba con el Visma de Vingegaard al frente, lanzando una señal de que el doble ganador del Tour ha llegado en forma, o tal vez protegiendo una realidad contraria. A 50 de meta quedaron al frente Bardet y Van der Broeck, ambos del DSM.
El galo, segundo en el Tour 2016 y tercero en 2017, tenía la oportunidad de su vida para vestir por primera vez de amarillo en su undécima y última presencia en la "Grande Boucle", ya que Bardet se retirará al final de la presente temporada.
A 1.20 minutos de la fuga a 50 de meta, los favoritos pasaron la Cota de Montemaggio (4,2 km al 6,6, a 39 km de meta) y la de San Marino (7,1 km al 4,8, a 26 de Rimini sin bajar la diferencia. Ningún equipo movió ficha en las subidas encadenadas. Visma controlaba, a ritmo asumible, y el UAE de Pogacar y el Ineos de Rodríguez aceptaban.
La reacción del grupo llegó de la mano del Lidl Trek, que viendo cada vez más cerca al duo de cabeza tensó el ritmo para provocar el esprint que permitiera a Pedersen ponerse el primer maillot amarillo. Una oportunidad de oro. A 4,5 de la línea medio minuto de renta. Nervios, intriga, dos contra el mundo, con el viento en contra.
Todo un guion que hubiera podido aprovechar el mítico cineasta local Federico Fellini, uno de los personajes símbolo de Rimini, el maestro de "La dolce Vita" o "Amarcord", por ejemplo. Llegaría a meta y lograrían para el DSM el maillot amarillo.
El pelotón los tenía a la vista a 1 km de la línea, pero Bardet y compañía aguantaban. El ciclismo a veces premia a los valientes y no a los más fuertes. El francés y e neerlandés desafiaron al calor y a la fuerza de la mayoría. Lágrimas por un maillot amarillo. La película acabó de la mejor forma posible para Bardet.
El francés se irá del pelotón con un anhelo cumplido. Ya tiene 4 etapas en el Tour, donde fue rey de la montaña en 2019. Ahora llega el maillot amarillo. Fue el actor principal de la mejor película de su vida.
Este domingo la segunda seguirá rodando por Italia, entre Cesenatico, localidad natal del inolvidable Marco Pantani, y Bolonia, de 199,2 km de recorrido.