Son muchos los deportistas que se han visto afectados por las consecuencias de la terrible DANA que asoló la Comunidad Valenciana y Castilla la Mancha hace una semana. Desde Vicente Moreno, que viajó a su localidad para ayudar en lo que fuese necesario cuando concluyó el partido de El Sadar, hasta el motorista Jaume Masiá.
Otro que se ha visto afectado es Fernando Escartín. El que fuera ciclista de equipos como el CLAS y el Kelme en la década de los noventa reside actualmente el Alfafar, una de las localidades más afectadas por la DANA, pero también vivió de primera mano otro desastre natural: la riada del camping de Las Nieves de Biescas.
Y es que Escartín nació y residió en esa localidad oscense que acabó arrasada en el año 1996 y donde fallecieron 87 personas. En una entrevista concedida a 'Aragón Noticias' de CARTV el que fuera tercer clasificado del Tour de Francia 1999 ha relatado lo que le ha tocado vivir.
"No tiene nada que ver con cuando le ves en televisión. Esto es dantesco. Cuando vi los coches se me vino a la cabeza la riada de Biescas. La posición de los coches era igual: estaba uno encima de otro. Lo que pasa es que en Biescas estaba todo en 500 metros, en lo que fue el camping, pero esto ha sido en muchas calles. Y muchísima población".
El exciclista aragonés Fernando Escartín, natural de Biescas, vivió la catástrofe del camping Las Nieves en su localidad natal.
➡️Ahora reside en Alfafar (Valencia), uno de los municipios más afectados por la riada, y ha explicado en @aragontv cómo lo ha vivido. #BDAragón pic.twitter.com/z1U2rGJc2Q
— Aragón Noticias (@AragonNoticias_) November 5, 2024
En esta entrevista, Escartín ha relatado cómo vivió la inundación del pasado martes, que todavía tiene que vivir en sus propias carnes. "Fue todo muy rápido. Se fue la luz, el teléfono y el gas. De hecho el gas todavía no ha vuelto y nos tenemos que duchar con agua fría. La situación es dura y complicada, pero va avanzando", asegura.
Como no podía ser otra forma, está agradecido con la ayuda prestada por todos aquellos que se han acercado a las localidades afectadas de manera altruista y voluntaria.
"El trabajo de los voluntarios es lo que destacaría sobre el resto. Sí que es cierto que ha faltado maquinaria pesada, porque hay muchos muebles en las calles y muchos vehículos que arrasó la riada. Hasta que no se desatasque todo eso, estamos un poquito aislados", concluye.