Renault por fin dispondrá en su gama de un todocamino compacto con el que hacer frente al resto de marcas generalistas en uno de los segmentos que más ha crecido en cuanto a ventas en los últimos años y que se sitúa, junto al de los compactos, como uno de los principales argumentos para los fabricantes.
Se trata del Renault Kadjar, que se fabricará en la planta que la marca francesa tiene en Palencia (salvo para el mercado chino). Un modelo construido sobre la base de la plataforma CMF (Common Module Family), surgida de la alianza entre Renault y Nissan, y que completará al Captur y el Koleos en la gama de la marca.
Es decir, Renault por fin tendrá su ‘Qashqai’, aunque claramente diferenciado a nivel estético, tanto por dentro como por fuera. El nuevo Kadjar mide 4,45 metros de largo, 1,84 de ancho y 1,60 de alto, se venderá exclusivamente en configuración de cinco plazas y dispone de un maletero de 472 litros, superior en 33 litros al del superventas de Nissan.
Las mecánicas de su oferta no se harán públicas hasta el próximo Salón del Automóvil de Ginebra, en el que está prevista su presentación. Y en su equipamiento contará con faros LED, sistema de aparcamiento sin manos, reconocimiento de señales de tráfico, sistema R-Link 2 con pantalla TFT de 7 pulgadas y asistente de mantenimiento de carril, entre otros.
En Ginebra se desvelarán más detalles de un modelo con un nombre muy llamativo con el que Renault pretende evocar las capacidades para moverse en terrenos difíciles, así como el exotismo, la aventura y la agilidad.