Consciente de que tras la retirada de Marc Coma, ganador de cinco ediciones del Dakar, muchos ojos están puestos sobre él, el español Joan Barreda (Honda/AMV) afronta con "calma" su participación en el rally más duro del mundo, aunque no esconde que el objetivo es ganar, al fin, la carrera.Víctor Martí
Después de un año complicado marcado por dos caídas, la última de ellas en el rally de Marruecos el pasado octubre, el castellonense reconoce, en una entrevista con Efe, que no acumula los kilómetros que desearía, si bien espera estar a punto para luchar por la victoria en Argentina y Bolivia.
"Ha sido un año complicado, era algo que no me esperaba y al final hay que aprender de estas caídas. Ahora el objetivo es estar cien por cien con vistas al día 2 de enero", comenta Barreda, quien el pasado verano pasó por el quirófano para superar la lesión provocada por otra caída en el Desafío Ruta 40 de Argentina.
Para volver a recuperarse tanto física como mentalmente de dichos imprevistos, el piloto de Torreblanca ha trabajado con fisioterapeutas y psicólogos para ganar en "confianza y seguridad" con vistas al Dakar.
"Lo importante es que todo esté en su sitio, analizar si algo no funciona y mejorarlo, que es lo que hemos intentado hacer en las últimas semanas. El equipo ha respondido, ha cambiado algunas cosas para que pueda estar tranquilo y confiado", recalca.
A pesar de acumular menos kilómetros en comparación con otros años, Barreda se muestra convencido de poder "mejorar físicamente" a medida que avance la carrera.
Por ello, el líder de filas de Honda en el Dakar no rehuye la presión de estar entre los elegidos de coger el testigo de Marc Coma.
"La presión se nota. Este será el tercer año en el equipo, que está poniendo muchísimo de su parte para que gane y eso, quieras o no, provoca que lleves contigo una carga", ha admitido el piloto.
Sin embargo, apuesta por "ser profesional y saber que es una carrera nueva que parte desde cero y que todas las opciones pasarán por tener la mente fresca y no cometer errores en los catorce días" que durará el rally.
Sobre el recorrido, Barreda pronostica que "los primeros días serán etapas muy rápidas". Así, su objetivo será estar entre los primeros, si bien otro de los retos, según explica, será superar las cuatro etapas en altura que transcurrirán en el altiplano boliviano.
"Cuatro días seguidos en altura pueden desgastar muchísimo y será clave salir bien de ahí, porque después vendrán días de mucha navegación, calor extremo y dunas, donde tenemos que marcar las diferencias", ha analizado.
Por ello, el piloto castellonense no quiere "volverse loco" y prefiere "sacar lo mejor en las situaciones complicadas" con la misión de "estar fresco" en el momento en que se tengan que tomar decisiones.
Y es que en la pasada edición del Dakar, que terminó decimoséptimo en la general, perdió sus opciones en la etapa disputada en el salar de Uyuni (Bolivia), donde el frío, la lluvia y la sal diezmaron su moto.
"Esperemos no ponernos dentro del salar como ya sucedió el año pasado. Parece que pasaremos por fuera, bordearemos el salar por una pista que hay en el lado y no nos pondremos dentro. Sería un error muy grande volver a entrar en el salar, porque ahí no depende de que tengas una moto buena o no", subraya.
Sobre su moto, destaca Barreda "la evolución más simplificada" que ha desarrollado Honda: "Es más práctica, está pensada para superar los dos días de maratón, en los que deberemos trabajar mucho con la moto".
En este sentido, considera que los pilotos de KTM serán los grandes rivales de un Dakar "más abierto" que nunca después de la retirada de Marc Coma, actual director de la carrera.
"Intentaremos ganarlo porque tenemos más experiencia. Tendremos que hacer una carrera tranquila, con calma y esperar que salga todo bien. Si no lo conseguimos, lo tendremos que volver a intentar como lo hemos hecho en los últimos años", zanja.