El piloto español Óscar Fuertes remontó hoy treinta posiciones en la segunda etapa del Dakar tras pinchar en la primera mitad del día y conducir los últimos treinta kilómetros sin dirección asistida.
Fuertes acabó la etapa en la cuadragésima posición, a 1 hora y 24 minutos del francés Sébastien Loeb, que se adjudicó la victoria del día, pero a pesar de ello le sirvió para pasar del puesto 76 al 43 en la general.
"Todo ha ido bien, pero encontramos una piedra oculta que no pudimos ver y pinchamos. Tardamos un poco más de lo normal en cambiar la rueda, ya que era una zona de mucho polvo y nos ha costado quitar el sistema de autoinflado", indicó Fuertes, quien conduce un SsangYong Rexto DKR.
El pinchazo no ha alterado el ritmo del madrileño pero, más adelante en la especial, hacia el kilómetro 170, se ha quedado sin dirección asistida, lo que le ha obligado a hacer un esfuerzo adicional.
"Estoy agotado pero contento, porque a pesar de todo hemos mantenido un buen ritmo en medio del polvo que encontrábamos", relató Fuertes.
El copiloto del madrileño, Diego Vallejo, explicó que "era una etapa de mucha navegación, con dos o tres puntos GPS difíciles de encontrar".
"Pero hemos sabido pasar bien todas las dunas. ¡Óscar empieza a ser un experto en el pilotaje sobre arena!", dijo el gallego, quien ya ha completado en tres ocasiones el rally Dakar.
A Fuertes y Vallejo les espera este miércoles la tercera etapa del Dakar entre las ciudades de San Juan de Marcona y Arequipa, con 798 kilómetro de recorrido, entre ellos 331 cronometrados, donde intentarán entrar dentro de los 40 primeros de la general.